El Senado aceptó el pedido de licencia solicitado por José Alperovich, quien fue denunciado por su sobrina y ex empleada que lo acusa por abuso sexual y violación. El ex gobernador tucumano regresó este miércoles a la mañana al país y envió la carta horas antes de la sesión.
"Tengo el honor de dirigirme a Usted a fin de ratificar expresamente mi solicitud de licencia", comienza el escrito que el legislador envió de manera digital a las autoridades del Senado.
Alperovich, que se encontraba de vacaciones en Miami cuando se difundió la denuncia de la presunta violación de su sobrina y arribó esta mañana al país, había enviado otra misiva a la Cámara alta en la que rechazaba los términos de la acusación y anticipaba su solicitud de licencia por tiempo indeterminado.
La nota aclara que la licencia será "sin goce de haberes" y aunque no lo especifica, se extendería hasta que se "establezca la verdad" en la investigación judicial.
Alperovich justificó su pedido de licencia en la necesidad de "dedicar" su "esfuerzo y tiempo a desbaratar la infamia, aclarar la verdad y reparar" su "honor".
Si bien al tomarse licencia el senador continuará teniendo fueros (lo que le da inmunidad de arresto) esta condición no impide que la causa judicial siga su curso hasta la sentencia, mientras no exista un impedimento de otra índole.
El senador y ex gobernador de Tucumán fue denunciado la semana pasada ante la Justicia por violación en reiteradas oportunidades por una sobrina de 29 años que se desempeñó como empleada del Senado bajo su mando.
Tras la denuncia, el Senado activó el protocolo de protección a las víctimas de la violencia laboral y de género y separó a la trabajadora del despacho de la senadora Beatriz Mirkin, compañera de bloque de Alperovich, en el que prestaba servicios al momento de radicada la denuncia.
La presentación judicial fue realizada por la joven de 29 años tanto en Tucumán como en la Capital Federal: "Durante un año y medio, mi tío José Alperovich violentó mi integridad física, psicológica y sexual", dice la carta que la denunciante publicó a través del colectivo #NoNosCallamosMás.
"No escribo para convencer a nadie de nada. Estoy aquí contra la opresión del silencio y por la necesidad de recuperar mi vida, de sanar llamando a las cosas como son, sin suavizarlas ni teñirlas, poniéndole al monstruo nombre y apellido. Cuando no le ponés nombre, no existe", señala la misiva que escribió la joven.
"El mío se llama José Jorge Alperovich, mi tío segundo y jefe, por quien fui violentada sexual, física y psicológicamente desde diciembre del 2017 hasta mayo de 2019. Durante un año y medio sufrí violaciones a mi integridad física y sexual. El avasallamiento fue demoledor. Tanto que ni siquiera pude ponerlo en palabras. Él oscilaba libre y cómodamente en los tres escenarios ante los que me posicionaba: el familiar, el laboral y el del horror de la intimidad que me forzaba a vivir con él", describió.
Ante la acusación, el tucumano se defendió en las redes sociales y aseguró que se trataba de una "infamia" y una imputación "absolutamente falsa", al tiempo que presentó un pedido de licencia sin goce de sueldo en la Cámara Alta.