Una historia de novela pero, lamentablemente, real. Paula es marplatense y conoció a Blake, un norteamericano con el que tenía planeado casarse en Argentina el próximo 21 de enero. Sin embargo, el joven no logró ingresar al país este lunes y debió regresar a su tierra natal sin siquiera poder ver a su prometida. Hace más de un año que no logran encontrarse porque a ella tampoco la dejaron entrar a Norteamérica en marzo pasado.
Paula Carnicero es oriunda de Mar del Plata y en diálogo con Radiópolis (Radio 2) confió que está “un poquito angustiada”. Es que ayer, su novio y prometido Blake – un norteamericano que conoció en 2015 en Colombia, cuando ambos viajaban de mochileros – no pudo ingresar al país. Tenían planeado casarse el 21 de enero en Mar del Plata pero no pudo ser.
“Nos conocimos en diciembre y nos hicimos amigos, por tres años nos comunicamos por Internet, nos contábamos nuestras vidas”, contó sobre el comienzo de la relación. Cuando Paula se recibió de traductora de inglés se “regaló” un viaje a Europa y fue entonces que su amigo americano decidió acompañarla a lo largo de tres meses. Después llegó el viaje de Paula a Estados Unidos y de él a Argentina como novios.
“En marzo de 2020 me iba a Estados Unidos, te suena marzo de 2020?”, dijo con ironía sobre el comienzo de la cuarentena por coronavirus en el país. “Llegué a volar y me tuve que bajar en Los Ángeles, estuve 12 horas y me mandaron a Argentina, no sé por qué problema con la Visa, jamás me imaginé que con documentación, pasaje de vuelta y dinero no me iban a dejar entrar”, comentó.
Sin verse desde entonces, decidieron contraer matrimonio. Para conseguir un turno en el registro civil marplatense debieron reunir varios documentos y en el medio a Blake se le venció su pasaporte. Paula contrató a dos abogados para recibir todo el asesoramiento legal posible, pero no fue suficiente.
“Ayer estuvo en Ezeiza hasta las 23 y no lo dejaron pasar”, sostuvo sobre su novio. De acuerdo a lo que explicó, en la documentación que llenó puso que venía por turismo, anunció que tenía fecha de casamiento pero en Migraciones consideraron que no podía acreditar su vínculo con la argentina. “Ninguno de los empleados hablaba inglés, tampoco le permitieron que yo interceda y tradujera, lo hicieron firmar un documento que decía que no se acreditaba la relación conmigo por falta de pruebas y no lo supo nunca”, se quejó la mujer.
Sin bajar los brazos, Paula está, actualmente, abierta a recibir toda la información posible en relación a lo que se denomina casamiento a la distancia. “No lo pude ver”, manifestó con tristeza. “Quedamos atrapados como Romeo y Julieta en vez entre dos familias, entre dos países que se odian porque si él venía de Brasil o de Chile entraba”, cuestionó.
“Queremos una vida juntos y tenemos muchas pruebas de nuestra relación, cartas y distintos papeles que hemos reunido. Si alguna persona sabe cómo tenemos que hacer, que se comunique conmigo”, agradeció sin perder la esperanza.