Este jueves por la tarde en el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai de Kabul, y en el contexto de la máxima tensión internacional y advertencias de atentados, hubo una explosión en medio de las evacuaciones que continúan hasta la fecha límite del 31 de agosto. Medios oficiales confirmaban 11 muertos y decenas de heridos.
Desde el miércoles, Estados Unidos y sus socios de la OTAN recomendaban a sus ciudadanos mantenerse alejados de la zona por un alto riesgo de atentados, y apuntaban principalmente a la filial local de Estado Islámico.
“Podemos confirmar una explosión fuera del aeropuerto de Kabul. Las muertes no están confirmadas en este momento. Proporcionaremos detalles adicionales cuando podamos”, dijo esta mañana John Kirby, vocero del Pentágono, en Twitter.
La explosión ocurrió en una de las puertas de entrada y parece ser un ataque suicida, dijeron tres funcionarios estadounidenses a la cadena CNN.
Durante la noche, autoridades occidentales habían emitido nuevas advertencias sobre una posible amenaza de la filial afgana del grupo extremista Estado Islámico, que probablemente vieron crecer sus filas después de que los talibanes liberasen presos en diferentes puntos del país.
El secretario de Estado británico de las Fuerzas Armadas, James Heappey, dijo esta mañana que existía una amenaza terrorista “muy seria” e “inminente” en el aeropuerto de Kabul y que por ello han recomendado a sus ciudadanos no acercarse a la zona.
“Las informaciones recogidas a lo largo de la semana son cada vez más serias: hacen referencia a una amenaza inminente y grave”, dijo Heappey. “Se trata de una amenaza muy seria, inminente”, insistió.
“No vayan al aeropuerto internacional Hamid Karzai de Kabul”, escribió el ministerio de Relaciones Exteriores en su página web. “Hay una amenaza elevada y permanente de ataque terrorista”, añadió.