En la zona sur de Rosario, en todo ese barrio histórico junto al arroyo Saladillo, hay mucha preocupación por el estado del agua de ese importante afluente del río Paraná. Los vecinos aseguran, tal como pudieron constatar las imágenes de El Tres este martes, que el agua por estos días tiene “un color verdoso, con mucha espuma y un olor nauseabundo”. Una fiscal y un grupo de especialista de la UNR llegarán al lugar para tomar muestras, para determinar si los fluidos vienen de una industria de Villa Gobernador Gálvez, como se especula.
Según se detalló en el programa De 12 a 14 (El Tres), la fiscal Martínez, junto a especialistas de la UNR, tomarán muestras del agua y de la tierra, para tratar de establecer los responsables de los fluidos contaminantes.
Los vecinos estiman que se trata de una industria que está arrojando estos fluidos a una zanja, que luego desemboca en el arroyo luego de atravesar toda la reserva.
Elisabeth, una de las voceras de esta movida para preservar la biodiversidad en ese lugar emblemático del sur provincial, dijo que “queríamos hacer visible este problema, que se intensificó en las últimas dos semanas”.
La mujer indicó que “se percibe un olor nauseabundo, que además afecta a toda la biodiversidad del arroyo”. Y apuntó que “aprovechando la cuarentena, las empresas aprovechan para tirar los desechos al arroyo, sin tener un previo tratamiento”.
“Nos preocupa porque todos los que solemos venir al parque a ver las tortugas, los peces, los pájaros, ya no lo vamos a poder hacer por toda esta contaminación”, advirtió Elisabeth. Y agregó: “Queremos tener una respuesta y una solución desde Villa Gobernador Gálvez, porque esto viene de allí”.
La vecina de barrio Saladillo describió que “estas quebradas tienen un valor natural y arqueológico muy importante; aquí se descubrieron restos de gliptodonte. Es terrible arruinar todo esto”.
Y destacó que “es el último monte nativo que queda en el sur de la provincia de Santa Fe. Acá hay mucho para preservar para las generaciones futuras”.
Otro vecino que se llegó hasta el sitio comentó que “es probable que esto venga de un matadero de animales”. Y expresó que “sería un líquido arrojado en una zanja, que atraviesa toda la reserva de Villa Gobernador Gálvez, luego llega al Saladillo y de ahí al Paraná”.
“Cada vez que hay una inundación, viene el agua con mucha espuma de la gran contaminación. El agua tiene un color verdoso, con un olor muy feo, a podrido”, concluyó.