La Secretaría de Control y Convivencia municipal extrema los controles de consumo de alcohol en la zona de playa de Rosario a fin de dar cumplimiento a la prohibición de la ingesta de bebidas alcohólicas en los balnearios y sus inmediaciones.
“El Verano del respeto también implica cumplir con esta norma que permite promover condiciones de convivencia y seguridad para todos los amantes del río. Es por eso que decimos «A la playa sin alcohol» con la misma fuerza y convicción que repetimos «No al alcohol al volante»", señaló la secretaria Carolina Labayru.
En 2008 la Intendencia municipal firmó el decreto 2.525 que prohíbe la ingesta de bebidas alcohólicas en todo el ámbito de los balnearios La Florida y Rambla Catalunya, veredas y plazas secas lindantes con excepción de los negocios existentes que tengan la debida habilitación. La iniciativa fue instrumentada con el objetivo de generar condiciones de seguridad teniendo en cuenta que el acceso al río es riesgoso, más aún si se lo hace bebiendo o habiendo tomado alcohol.
Desde entonces, la Municipalidad de Rosario trabaja en el cumplimiento de esta disposición a través de acciones preventivas y de control en la playa y en las inmediaciones. Este verano, la Secretaría de Control ha decidido reforzar estas tareas en el marco de lanzamiento del Verano del respeto, a partir de las intervenciones efectuadas por la Guardia Urbana Municipal (GUM), Control Urbano, Fiscalización de Transporte, Dirección de Inspección y Dirección General de Tránsito con distintas competencias.
En lo referente al consumo de alcohol, los trinomios conformados por la GUM, Control Urbano y la Dirección de Inspección, junto a efectivos de la Unidad Regional II de la Policía de Santa Fe llevan a cabo recorridas a pie desde la Bajada Puccio hasta el acceso sur de La Florida, tanto por la playa como por la vereda que da al río en las que se detecta el consumo de bebidas con alcohol. En caso positivo, se procede a secuestrar los envases en cuestión para su descarte y destrucción. También se fiscalizan las heladeritas que suelen llevar los visitantes y en caso de hallarse alcohol, también se retiene y descarta.
“Afortunadamente la población coopera en las intervenciones y si se le encuentra alcohol, en la mayoría de los casos, aduce desconocer el decreto municipal”, sostuvo Labayru quien observó: “La persistencia de los controles en esta materia han ido asentando una conducta cada vez más responsable a través de los años; se va entendiendo que la medida es por su propia seguridad en un contexto de gran concentración de gente”, agregó.
En ese sentido, remarcó: “La ausencia de alcohol en el río permite una mejor convivencia y un nivel de conflictividad casi inexistente salvo algunas excepciones mínimas”. Luego, manifestó: “Hemos propuesto a la ciudadanía la construcción colectiva de una ciudad respetuosa, donde los derechos y los deberes sean para todos y para eso hemos fortalecido nuestra presencia y los controles respectivos”.
El control de alcoholemia comprende a conductores
Otro aspecto que se atiende en este sentido es el tránsito, a través de la Dirección General de Tránsito y Fiscalización de Transporte con una fortísima presencia a lo largo de todas las jornadas, haciendo controles de alcoholemia a los conductores y también, fiscalizando documentación y elementos de seguridad viales obligatorios.
Por último, la promoción de una zona balnearia tranquila y segura, lista para ser disfrutada por todos los amantes del río se complementa con otras acciones. “Las recorridas preventivas también apuntan a intervenir en distintos tipos de incidentes así como también en prestar asistencia a las personas que lo requieran, sobre todo, en materia de salud”, indicó la secretaria. Y recordó: “También incluyen a personal de Inspección que controla la condición de funcionamiento de los bares de la zona y a Control Urbano que hace foco en la venta ambulante”.