Carlos Montín, el papá del joven agredido en el boliche Ananá de Mar del Plata, contó que su hijo recibirá el alta esta semana pero advirtió que no va a ser el mismo de antes. Los botellazos, que asegura fueron más de uno, contrario a la versión de los abogados de los acusados, le fracturaron el cráneo y le produjeron un coágulo lo obligará a llevar una vida muy distinta.
“Matías tiene que hacer la vida de un hombre de 80 años, y tiene 20”, graficó Carlos Montín, en contacto con el programa A diario (Radio 2).
El papá de Matías explicó que los botellazos le provocaron al muchacho una fractura de cráneo en forma en “Y” –de ahí que el abogado Ignacio Trimarco habla de tres fracturas– y le dejó un coágulo que ahora está estable pero que lo obligará a mantener muy controlado todo su comportamiento.
“No puede tener emociones (fuertes), nada de deporte”, precisó.
Este lunes, el propio Matías grabó un video de agradecimiento a las muestras de apoyo y se quejó de su estado y del de sus agresores: “Me parece injusto que yo esté luchando y los que ocasionaron esto, en su pileta”.
Los que atacaron a Matías serían Andrés Bracamonte, hijo del Pillín; Matías Belloso, hijo del dirigente de la Conmebol, Gonzalo; y Gabriel Galvano.
El viernes pasado, el abogado de Montín denunció al fiscal que tomó el caso en un primer momento porque le devolvió los celulares a Bracamonte y Galvano y le mintió al respecto.
El papá de la víctima también cree que en esos teléfonos podría haber habido información útil para aclarar todo lo sucedido.