Científicos comprobaron que el uso prolongado de la mascarilla puede provocar ojo seco, marcas en la piel y el mal aliento. El último, generalmente ignorado por la sociedad.
Lo que se cree es que, si la persona no se lava la boca y sale con la mascarilla, a las pocas horas va a respirar la descomposición bacteriana natural que antes no percibía, pues no se utilizaba la mascarilla. Si se lleva años sin una revisión odontológica, puede que el sarro, la caries y otras enfermedades acentúen el problema.
"El uso de mascarillas sólo hace que muchos se den cuenta de la halitosis. El mal aliento siempre ha estado ahí", aseguró la dentista Melissa Santilli, según Mega Noticias.
Una de las razones que está permitiendo que más gente descubra su mal aliento tiene que ver con el hecho de que, con mascarilla, se tiende a respirar más por la boca.
Otro aspecto que acentúa este desagradable "descubrimiento" es que se tiende a beber menos agua para no arriesgarse a quitarse la protección contra el covid-19.