La sequía está afectando a más de 163 millones de hectáreas, de las cuales casi 23 millones están bajo condición extrema, con foco en el norte de la provincia de Buenos Aires, sur de Entre Ríos, centro-sur de Santa Fe y noreste de San Luis, según la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías.
Las consecuencias pueden empezar a medirse en los cereales de invierno, como el trigo y la cebada, que se encuentran en etapa de cosecha.
"Los números muestran que ocurrirán pérdidas de casi USD 2.000 millones de dólares en las exportaciones de estos cereales. Claramente, esto representa un aspecto negativo para un país como el nuestro, que debe imperiosamente generar la mayor cantidad de dólares posible por la vía de las exportaciones", señaló Daniel Miralles, docente de Cerealicultura en la Facultad de Agronomía dela UBA (Fauba).
Los cereales invernales aportan aproximadamente el 6% del total de las exportaciones de la Argentina. El trigo contribuye con un 4,5%, mientras que la cebada participa con un 1,2%. En total, ambos cereales generan un ingreso anual de casi USD 4.500 millones.
"Este año se sembraron más de 7 millones de hectáreas, considerando ambos cereales con una expectativa de producción de casi 25 millones de toneladas al momento de la cosecha, lo cual debería representar un ingreso por exportaciones de alrededor de los mencionados USD 4.500 millones. Sin embargo, en la presente campaña 2022 las cosas van a ser diferentes, con rendimientos muy por debajo de los esperados", indicó el investigador a la publicación Sobre la Tierra, de la Fauba.
Además, Miralles resaltó que a la escasez de las lluvias se deben sumar otros fenómenos que impactaron en los períodos más críticos y sensibles para el cultivo: espigazón y floración.
Pérdidas de rendimientos en trigo y cebada
"Producto de la falta de lluvias y las heladas, las regiones más avanzadas en las que se ha comenzado a cosechar trigo muestran una reducción de entre el 35% y el 50% del rendimiento esperado", indicó el investigador a la publicación Sobre la Tierra, de la Fauba.
En el caso de cebada cervecera, cuya región más importante se concentra en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, se esperan reducciones de rendimiento entre el 20% y el 30% en comparación con los proyectados.