El próximo 13 de noviembre vencerá el plazo de congelamiento de precios de los combustibles que el Gobierno nacional había dispuesto en agosto pasado, tras la devaluación posterior a las elecciones Paso. Desde las petroleras indicaron que los valores están atrasados alrededor de un 20%, aunque consideraron que sería inaplicable.
La idea sería que, una vez liberado el precio, la remarcación que las empresas tengan que disponer no sea tan abrupta. Según fuentes del sector, el aumento del mes próximo arrancaría en un piso del 6%.
El titular de Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha), Gabriel Bornoroni, advirtió que "hay que tener en cuenta que los expendedores no somos los que ponemos el precio final" y resaltó que en medio de esos meses habrá que ver cuál es la decisión del equipo económico del nuevo gobierno de Alberto Fernández.
Un mes atrás, luego del aumento de 4% que se había dispuesto excepcionalmente, el presidente de YPF Miguel Angel Gutiérrez había dicho que este 2019 los combustibles subieron mucho menos que la inflación y que los precios en ese momento estaban entre 17 y 20% por debajo del "export parity" o paridad de exportación.
En este contexto, la venta de nafta súper cayó 5% en agosto, registrando el primer valor negativo para Mendoza luego de 22 meses de crecimiento. Para los especialistas, la retracción es prueba de la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, que repercute en bajas de consumo de toda clase de productos.
Para encontrar otro dato negativo hay remontarse a septiembre de 2017, cuando se observó una leve baja del 0,3% en las ventas de ese producto. A partir de entonces los resultados empezaron a mejorar, llegando incluso a registrar crecimientos superiores al 20% en algunos meses de 2018.
Lo cierto es que para llenar el tanque con súper, hay que desembolsar 2.300 pesos en promedio.