El anuncio del grupo siderúrgico Acindar sobre la paralización de todas sus plantas desde el 18 de marzo hasta el 15 de abril por la abrupta caía de ventas mantiene en alerta a los trabajadores, que todavía no fueron notificados oficialmente al respecto, pero configura a su vez un escenario complejo para las pequeñas y medianas empresas del sector metalúrgico y de la construcción a raíz del desplome de la actividad. “No hay manera de sostenar pequeñas empresas abiertas”, definió Pablo Cerra, abogado de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
Sobre la situación en Acindar, el representante legal de la UOM en Rosario expresó en Cada Día (El Tres) que se encuentran trabajando de manera normal porque aún no recibieron una comunicación oficial de la firma, aunque fueron convocados a una reunión este jueves en la que esperan escuchar lo que los voceros ya manifestaron en las últimas horas: la paralización de las plantas de Villa Constitución y Rosario, sin suspensiones ni despidos.
Consultado acerca de las afirmaciones de Facundo Velasco, director de Relaciones Institucionales del grupo industrial, quien sostuvo en Radio 2 que “en 20 años nunca se registró un derrumbe semejante”, Cerra aclaró que dada la magnitud del universo de la UOM es necesario sectorizarlo, pero que “la situación en general está bastante mala”.
“En la construcción y la obra pública se ha desplomado (la actividad) directamente. En el mismo escenario hay una situación de caída salarial de los trabajadores, que es lo que más nos preocupa”, explicó.
En un contexto de audiencias diarias con el Ministerio de Trabajo por la incertidumbre laboral, el abogado graficó que la caída es tal “que las pequeñas empresas están cerrando”, pese a que dijo desconocer la cantidad de pymes afectadas.
“No venimos a negociar indeminziaciones”, expresó sobre los encuentros en el Ministerio, pero explicó que terminan “pidiendo eso” porque ven que “no hay manera de sostener las empresas abiertas en un escenario con trabajos cancelados”.