El crimen de Sebastián Cejas, “El Oso”, como todos lo conocían, sacudió a la región y la muerte de su padre, a los pocos días, revistió con mayor dramatismo un hecho que por sí mismo resulta espantoso. A dos meses de su partida, un amigo del joven logró cumplir un sueño que ambos habían gestado en medio de la cuarentena por coronavirus: abrir su propio local de comidas.
En contacto con Rosario3, Leandro, el orgulloso dueño del Parador El Oso, ubicado en bulevar Oroño y Cazadores e inaugurado este domingo a la noche, manifestó: “Era el sueño de los dos y lo pude cumplir”, dijo y agregó risueño: “El gordito debe estar contento”. Pero, no fue nada fácil llegar hasta acá.
“Los dos nos quedamos sin trabajo en la pandemia, yo soy profesor de gimnasia reemplazante. Pensamos y nos decidimos a poner un local de comidas y bueno, el cocinero era él, faltaban los cerámicos y pasa esto que pasó y se me desmoronó todo”, sostuvo sobre el crimen de su amigo, con quien además de un proyecto laboral compartía su día a día desde hace 15 años.
A Leandro sólo le quedaba el auto por vender. “Gracias a la ayuda de mucha gente”, según expresó, se animó a venderlo. “Este año fue muy difícil pero decidí apostar a este sueño”. Anoche, abrió las puertas del Parador El Oso, un nombre que había sido elegido cuando Sebastián estaba con vida. A la inauguración fueron la mamá del Oso y su hermano. También los amigos y amigas en común.
Un nuevo comienzo, a pesar de una ausencia irreparable, una pérdida que agita como tantas, el pedido y la exigencia de Justicia.
“Con mucho esfuerzo y sacrificios, mi hermano pudo abrir el negocio que quería tener con el oso ... Parador El Oso! Te deseo lo mejor del mundo hermano, sé que el Oso desde donde esté te va a ayudar! Oroño y cazadores, zona sur. Los espera a todos!”
El posteo es de Maxi, el hermano de Leandro, que fue multiplicado en las redes sociales.
El grito de Justicia por el crimen de El Oso sigue escuchándose. En octubre fueron imputados y enviados a prisión preventiva dos de los cuatro jóvenes involucrados en el asesinato ocurrido en Sarmiento y Gaboto, en la puerta del hospital Español donde la víctima esperaba a su padre, que días después falleció por motivos de salud.
Leonardo C.y Gabriel O. fueron acusados formalmente por los delitos de homicidio en ocasión de robo agravado por el uso de arma de fuego en carácter de coautores y en grado consumado. Se les dictó la prisión preventiva por el plazo de la ley.