El aborto ya no es penado ni ilegal en la Argentina. El proyecto de legalización del aborto fue aprobado en el Senado y convertido en ley durante una extensa jornada legislativa, con 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención. El resultado se obtuvo antes de lo previsto, pasados algunos minutos de las 4, en plena madrugada de un miércoles 30 de diciembre, que deja atrás un martes larguísimo donde el debate parlamentario se siguió palmo a palmo en los alrededores del Congreso de la Nación y en todas las plazas del país.
La flamente ley deja atrás una legislación de 99 años que castigaba con cuatro años de cárcel a las mujeres que abortaban y sólo permitía la interrupción de los embarazos en casos de violación o de peligro de vida para la persona gestante. Ahora, con la normativa lograda tras al menos seis envíos fallidos de proyectos de ley similares en los últimos 15 años, las mujeres podrán interrumpir un embarazo sin temor de ir a prisión hasta la semana 14 y el sistema de salud público deberá garantizar la cobertura de la intervención de manera gratuita.
En los alrededores de la Legislatura la "marea verde" hacía olas entre lágrimas, risas, cantos y bailes de pura emoción. La celebración llegó después de una vigilia larguísima donde desde un lado de la Plaza del Congreso, las mujeres a favor del aborto legal, acompañaron el debate legislativo. Pero la conmoción no es fruto de una sola noche de espera sino de años de lucha por la ampliación de los derechos femeninos. "Que sea ley", se convirtió en una forma de saludo y de deseo y hoy, 30 de diciembre a punto de terminarse un 2020 pandémico, se convirtió en realidad.
Desde hoy, el aborto pasa a ser legal en la Argentina y se puede implementar hasta la semana 14 de gestación por decisión de la mujer. Con los apoyos de senadores oficialistas y opositores, el proyecto sobre el aborto se transformó en ley en una votación crucial que deja al Gobierno con una de sus promesas de campaña saldadas en el cierre de su primer año de gestión. Así, la Cámara tradicionalmente más conservadora del Congreso, que frenó hace dos años la misma iniciativa por 38 votos contra 31, logró esta vez darle luz verde a una ley que prioriza el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo por sobre las objeciones basadas en los preceptos constitucionales de defensa de la vida desde la concepción.
El Senado nacional debatió el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) proyecto impulsado por el Poder Ejecutivo y aprobado por la Cámara de Diputados, el 11 de diciembre último y con 131 votos a favor, este martes a partir de las 16 cuando se comunicó el orden los 59 oradores anotados. La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner abrió la jornada "con la presencia de 67 señores y señoras senadores y senadoras", como ella expresó. El debate avanzó hasta la madrugada de este miércoles con final abierto pero levemente perfilado a una aprobación. El respaldo de los senadores del Juntos Somos Río Negro, Alberto Weretilneck, y los del Frente de Todos Eduardo Kueider y Sergio Leavy, así como el de la neuquina opositora Lucila Crexell, fue decisivo para consolidar el aval a la propuesta del Gobierno.
La discusión fue seguida desde la calle por miles de personas que se juntaron frente al edificio del Congreso, separados por un vallado entre “verdes”, favorables al aborto, y “celestes”, en contra.
La sesión especial comenzó así a las 16.09 con el himno argentino. La discusión arrancó con el discurso de la presidenta de la Banca de la Mujer, la pampeana peronista Norma Durango, quien afirmó que “si el aborto sigue siendo clandestino van a seguir muriendo mujeres” y subrayó que la penalización de esa práctica es parte de los "resabios más oscuros del imperativo del sometimiento".
Durante las primeras cuatro horas de discusión, los senadores que están a favor del proyecto superaron a los que votarán en contra de la iniciativa (13 contra 8), de acuerdo con los discursos que se escucharon en ese lapso.
Además, algunos representantes que estaban indecisos o en contra se expresaron en sus alocuciones a favor de la iniciativa de despenalización.
Previamente, los legisladores aprobaron una nueva extensión de la licencia para el oficialista tucumano José Alperovich, denunciado ante la Justicia por presunto abuso sexual. Junto con el riojano Carlos Menem, internado por un problema de salud, son –por ahora– los únicos dos ausentes de la sesión. Y ambos iban a votar en contra del proyecto.
Correcciones
El proyecto tuvo una corrección en el proceso de reglamentación por el Poder Ejecutivo, según adelantó la senadora Durango Dijo que se había acordado con el gobierno nacional el veto parcial a dos incisos de la norma para eliminar la palabra “integral” de los textos de la ley.
Se trata de los artículos 4 y 16 del proyecto en discusión. El artículo cuarto establece que “las mujeres y personas con otras identidades de género con capacidad de gestar tienen derecho a decidir y acceder a la interrupción de su embarazo hasta la semana catorce (14), inclusive, del proceso gestacional” y que “fuera del plazo dispuesto en el párrafo anterior, la persona gestante tiene derecho a decidir y acceder a la interrupción de su embarazo solo en las siguientes situaciones: si el embarazo fuera resultado de una violación” o si “estuviera en peligro la vida o la salud integral de la persona gestante”.
El artículo 16, en tanto, modifica el artículo 86 del Código Penal sobre que “no es delito el aborto realizado con consentimiento de la persona gestante hasta la semana catorce (14) inclusive del proceso gestacional”.
Fuera del plazo establecido, no será punible el aborto si el embarazo fuera producto de una violación o si “estuviera en riesgo la vida o la salud integral de la persona gestante”.
La decisión allanó el camino para que dos de los senadores que estaban en duda al momento de apoyar la iniciativa, como el entrerriano Edgardo Kueider y el rionegrino Alberto Weretilneck, revean su postura.
Mario Fiad (UCR-Jujuy), presidente de la Comisión de Salud, fue el primer senador en expresarse en contra del proyecto con el argumento de que no es el momento para tratar la iniciativa.
Éste fue el orden de los oradores:
El equipo periodístico de Rosario3 en Buenos Aires narró la previa del debate por el aborto legal en el Congreso en la nota sobre "los lados verde y celeste de la vida". Y más tarde el seguimiento de los discursos y con una mirada masculina.
Bajo un sol inabarcable, se congregaron desde temprano las mujeres que defienden el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo y el sector opuesto, donde se reúnen las que lo rechazan.
Esta iniciativa fue enviada por el gobierno nacional al Congreso junto a otra conocida como el Plan de los 1000 días, para la protección de las mujeres embarazadas y los primeros años de la infancia, que será debatida y votada en la misma sesión.
De acuerdo con la decisión parlamentaria emitida por la Presidencia de la Cámara, sólo se permitió la presencialidad a poco más de una docena de senadores en el recinto: cuatro por cada uno de los dos bloques mayoritarios (el Frente de Todos y Juntos por el Cambio) y seis por las demás bancadas.
El resto de los legisladores pronunció sus discursos a través de la plataforma Webex que viene utilizándose desde mayo y que funcionó sin mayores inconvenientes durante los meses de pandemia.
El edificio permaneció cerrado y no se permitió el paso a personas ajenas al estricto protocolo parlamentario dentro del hemiciclo.