Hace exactamente un año, Villa Gobernador Gálvez lloraba el robo de sus burritos más queridos: Juanchi y Alberto, los burritos Cachamai. Ladrones cortaron el tejido que los mantenía juntos en el predio al lado de la conocida empresa de yerba mate y te, y se los llevaron. Por aquellos momentos se temía lo peor porque ambos ya estaban entrados en edad. Nadie sabía qué podía pasar.
Los burritos eran –y son– la compañía de muchos de los empleados que en las horas de almuerzo se acercaban a saludarlos. También eran la "atracción" de la ciudad y muchos se llegaban hasta allá para sacarse fotos.
El día del robo llovía, la zona estaba desierta y eso permitió que los ladrones pudieran acceder muy fácil al corral donde estaban Juanchi y Alberto. Lo que no sabían es que esos burritos eran muy queridos y que nadie dejaría de buscarlos.
El robo, todo filmado
El robo fue registrado por las cámaras de seguridad de una casa vecina, y eso permitió conocer el cómo, pero nadie se explicada el porqué. Juanchi, de 15 años; y Alberto, de 20, vivían en el predio y se ganaron el cariño del barrio que, cuando conoció la noticia, no salía del asombro y la tristeza.
Apenas se supo del hecho, nada fue igual. Tanto empleados como vecinos pedían que los devuelvan. La pena y la impotencia por lo sucedido invadieron al barrio. Sólo con la aparición de Alberto, hallado en el rosarino barrio Tío Rolo hubo algo de alivio, aunque el animal estaba golpeado y ensangrentado.
La noticia tomó impulso nacional. Alberto ya estaba en casa pero faltaba Juanchi. Era tanto el dolor y la impotencia por lo sucedido y el temor de no volver a ver a Juanchi que la empresa movilizó cielo y tierra para encontrarlos, y hasta ofreció una recompensa.
Afortunadamente cuatro días después de haber sido robado, el burrito fue encontrado en un descampado de Villa Gobernador Gálvez en un terreno de calle Doctor Medina al 690 gracias a un llamado a El Tres.
"Juanchi" regresó esa misma tarde a su establecimiento original, donde fue atendido por un veterinario. Estaba bien y se lo notaba feliz de reecontrarse con caras conocidas, en especial, volver a ver a Alberto.
La búsqueda: de las redes a la tele
La búsqueda comenzó primero por las redes sociales y de inmediato llegó a los medios. Las cámaras de El Tres registraron la angustia de los trabajadores por el paradero de Juanchi y Alberto y la alegría de su regreso. El primero que apareció fue Alberto. Y luego, gracias a un llamado al canal, se logró dar con Juanchi. La historia había generado empatía de inmediato. Los borricos llevaban 20 años en el predio de la empresa.
Alberto y Juanchi a un año del hecho
De todo eso ya pasaron doce meses. Durante este tiempo los animalitos siguieron como siempre, felices en el predio, mimados por los trabajadores del lugar y lejos quedaron esos días de angustia.
Marcelo, trabajador de la empresa contó a Rosario3 que los burritos están muy bien: "Son como unos hijos para mí, en especial Juanchi".
"Está siempre con las orejas paradas –agregó–, Alberto no tanto, pero Juanchi cuando aparece alguien que no conoce se queda petrificado y también es muy cariñoso".
Marcelo contó, por otro lado, que se hicieron algunos cambios para evitar un nuevo robo: "Les hicimos un corralito más chico con techo y puerta para llevarlos por las noches y a la mañana los sacamos". Además, la empresa "colocó cámaras en todo el perímetro" para cuidar que estén bien y nadie se los vuelva a llevar.
Hoy Alberto y Juanchi pasan sus días comiendo alfalfa y algún que otro bizcocho que les acercan los empleados. El propio Marcelo los conociente los sábados con una merienda especial: dos kilos de zanahorias y cuatro manzanas.
"Siguen mimados como siempre", aseguró.