La selección argentina, campeona del mundo, desfiló por Buenos Aires en una caravana que partió desde el predio de AFA en Ezeiza pero avanzó a paso de hombre durante horas y, para prevenir incidentes, las autoridades de seguridad dispusieron su regreso en helicópteros. Acción que se presentó como una "vuela olímpica desde el aire".
"Con helicópteros de la Policía Federal y de Prefectura, los campeones del mundo sobrevolaron los espacios colmados de hinchas. Con varios millones de personas compartiendo, dieron una enorme vuelta olímpica. Felicitaciones Chicos! Son leyenda y orgullo de todos los argentinos", confirmó el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández.
El funcionario explicó vía Twitter que "un festejo histórico con 5 millones de argentinos en la calle, después de horas de caravana sin avanzar más que pocos kms, la selección llevó la Copa al cielo y dió una vuelta olímpica aérea en naves de PFA y Prefectura para ver desde allí el inmenso agradecimiento del pueblo".
Por esa marea humana incesante en las calles de Buenos Aires no estaban dadas las condiciones para continuar con el descapotable hacia la zona del Obelisco porteño, como estaba programado. De hecho, algunas personas se lanzaron desde un puente hacia el interior del colectivo.
"No nos dejan llegar a saludar a toda la gente que estaba en el Obelisco, los mismos organismos de Seguridad que nos escoltaban, no nos permiten avanzar", explicó el titular de la AFA, Chiqui Tapia, quien solo agradeció al ministro de la provinvia de Buenos Aires, Sergio Berni, por ser "el único que acompañó durante toda la recorrida hasta la entrada a la capital".
Entonces, la determinación fue subir a los jugadores campeones del mundo a helicópteros para que puedan observar a la multitud histórica desde el cielo. Aseguraron que nunca en la historia hubo una movilización de esta magnitud. Cerca de las 17 las aeronaves arribaron a Ezeiza con los jugadores de regreso.
Antes de que salieran, hubo mucha confusión respecto del final del recorrido, si iban hacia el Obelisco o a la Casa Rosada. Finalmente, los campeones no irán ni a uno ni a otro lado. Se pautó que se detendrían a saludar en el cruce de la autopista 25 de mayo y la venida 9 de Julio. Sin embargo, en la práctica, era tanta la gente que el micro frenaba a cada rato. La policía y las autoridades porteñas estimaban que había unas 4 millones de personas en la calle y no se registraron incidentes de consideración.
Por largos ratos, ni siquiera los canales de televisión de Buenos Aires que estaban trasmitiendo en vivo sabían con exactitud en qué zona de la ciudad se encontraba el micro descapotable de la selección argentina campeona del mundo.
Finalmente, pasadas las 4 de la tarde se dio el momento más emotivo de la jornada, cuando tres helicópteros de la Policía Federal sobrevolaron la zona del Obelisco. Cuando la gente se enteró que allí iban volando los jugadores campeones del mundo, estallaron de júbilo.
"Los futbolistas se acercarán a saludar a los hinchas desde la Autopista 25 de mayo y 9 de Julio, de acuerdo al circuito dispuesto por los organismos de seguridad (Nación, Provincia y Ciudad de Buenos Aires)", informaron de la cuenta oficial del seleccionado campeón. Sin embargo, llegó el momento de tomar una decisión porque el desborde de gente era impresionante.
Mientras tanto, exhibiendo la Copa del Mundo, los jugadores y el director técnico Lionel Scaloni saludaban y cantaban a bordo de un micro descapotado con los miles de hinchas que se agolpaban por la autopista Riccheri, en medio de un amplio operativo de seguridad.
En Casa Rosada dispusieron pantalllas gigantes para que los hinchas pudieran seguir el minuto a minuto de la caravana. El ministro de Seguridad porteño, Marcelo D'alessandro pidió a las personas "que se distribuyan en todo el recorrido" y "no se amontonen". Según anticipó la Policía Federal Argentina, se rociará con agua a las personas allí concentradas debido a las altas temperaturas.