Un jardín de infantes en zona norte de Rosario y otro en la ciudad de Santa Fe como muestra de esta nueva etapa de la pandemia que empieza hoy: la presencialidad el nivel pre escolar. El sector fue uno de los más combativos a la hora de pedir reactivarse, quizás porque el gobierno provincial fue negándole la posibilidad debido al grado elevado de exposición al coronavirus que implica el contacto físico entre chicos.
Sin embargo, con el inicio de diciembre, encontraron la habilitación para abrir sus puertas, lo mismo que los Centros de Convivencia Barrial de la Municipalidad de Rosario.
De 12 a 14 (El Tres) visitó las tres instituciones y dialogó con los protagonistas de este regreso a la actividad. En el jardín rosarino, los más chiquitos ganaron pantalla y contaron lo que habían hecho en la jornada. Una de las señoritas remarcó que se organizaron por burbujas con pocos niños bajo el cumplimiento de medidas de protección, como por ejemplo, el lavado de manos contante, uso de alcohol en gel, priorización de los espacios al aire libre, uso constante de barbijos para la docencia. Solo el 50 por ciento de la capacidad puede ser usada por lo que distriuyen a los chicos por horarios.
Fernando, el propietario de un jardín santafesino, expresó la alegría de volver a trabajar: “Estamos súper contentos, es un desafío, hemos tenido que hacer una restructuración y acomodar las rutinas pero otra cosa es no poder trabajar”, advirtió al tiempo que mencionó que se sanitizan todos los juguetes y se usan “islas” de goma eva para dos niños.
La respuesta de los chicos es positiva, comentó. “Ellos se adaptan a todo, si las propuestas son buenas, no vamos a tener problemas”.
En tanto, hoy también se activaron los Centros de Convivencia Barrial municipales. El intendente Pablo Javkin celebró la posibilidad de que los chicos que asisten puedan reencontrarse. “Era lo que esperábamos, ver los chicos jugar”, resumió.
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