El mundo cambió desde la pandemia, y eso no es una novedad. En diciembre de 2019 Wuhan, en China reportaba casos de neumonía, causados por un nuevo coronavirus. Los contagios se multiplicaron rápidamente y se extendieron a países vecinos.
El 11 de marzo de 2020, y ante “los niveles alarmantes de propagación y gravedad” de la enfermedad, la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaraba que el covid-19 era oficialmente una pandemia. En ese momento, se registraban más de 118.000 casos, en 114 países, y 4291 personas habían perdido la vida.
En Argentina el gobierno decretó el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) el 20 de marzo de 2020. La enfermedad se propagaba y las imágenes se repetían alrededor del mundo: suspensión de actividades, calles vacías, fronteras cerradas, vuelos cancelados, guardias colapsadas, comercios cerrados e incertidumbre. Se implementó el uso de barbijo, máscara, guantes, alcohol y el ritual de lavar la ropa y desinfectar todo lo que ingresaba al hogar.
Al ritmo que crecía la curva de contagios, y a contrarreloj, investigadores de todo el mundo trabajaban incansable e intensamente para conocer más sobre el virus y lograr la vacuna. Todos los campos de la ciencia se unieron en un esfuerzo sin precedentes. Matías Lahitte, especialista en clínica médica e infectología (MP 19541), es miembro de la Sociedad de Infectología de Rosario y asesor del Comando Operativo de Emergencia (COE) de la Secretaría de Salud de la Municipalidad de Rosario y analizó para Rosario3 los avances y certezas que se tiene del virus.
1- El barbijo bien colocado es eficiente: “Bien colocado, que cubra nariz, boca y mentón y ajustado a la cara, tiene una eficacia del 100%. Así la posibilidad de contagiarse está cubierta, ahora si el barbijo es holgado o abierto, el aerosol puede llegar a entrar igual y contagiarte. Hoy no se considera contacto estrecho si las dos partes usaron barbijo correctamente -no se lo sacaron o estaba mal colocado- y no es necesario aislarlos. Muchas veces vemos los estudios sobre la eficacia de las vacunas y sabemos que el barbijo es eficaz en su totalidad. También sabemos que la distancia física entre personas funciona”.
2- La transmisión es aérea: “En el inicio se pensaba que se transmitía por microgotas o gotas de Flügge, como la influenza, el rinovirus o el resto de los virus respiratorios. Los estudios demostraron que hay mayor transmisión por aerosol que por gota. La diferencia está en el tamaño de las partículas. Hay pocas enfermedades que se transmiten por partículas microscópicas que flotan en el aire, como el sarampión, la tuberculosis o la varicela. Imaginemos que presionamos un desodorante, esas partículas se suspenden en el aire y después caen, pero se mantienen un tiempo en el aire. Esa es la gran diferencia del contagio de este virus, y que lo hace tan transmisible. Hay estudios que demostraron que la transmisión por contacto es menor y que el contagio del covid a través de los ojos sería poco probable”.
3- Ventilar los ambientes es crucial: “Al principio hablábamos del lavado de manos y el distanciamiento físico. Al detectarse que se transmite por aerosol, se sabe que si se está en un ambiente cerrado, y hay una persona infectada sin barbijo, los aerosoles que salen se concentran y generan una atmósfera en el ambiente, para que se entienda fácil es como si fuera el humo del cigarrillo. El humo sería la carga del virus. Entonces, ¿cómo hago para bajar esa carga viral del ambiente? Manteniendo una ventilación constante, teniendo los espacios abiertos y usando barbijo”.
4- El testeo es la única forma de detectar si se es positivo: “Al tener sintomatología similar a la de otros virus respiratorios, la técnica indicada para un diagnóstico certero es realizarse un testeo”.
5- No sólo afecta a personas mayores o con comorbilidades: “Seguimos viendo que las personas con obesidad, diabetes y los pacientes inmunodeprimidos o añosos siguen siendo de riesgo, pero vimos también que los jóvenes no están exentos. La respuesta inmunológica del paciente es muy variable. Hay mucho en juego para determinar qué paciente va a tener una buena evolución y qué paciente va a tener una mala evolución. Por eso es importante el cuidado de todos los grupos etarios”.
6- No hay medicación mágica: “Inicialmente se fueron probando muchas drogas que después demostraron que no eran eficaces. Al principio se usaron antirretrovirales, que es el tratamiento para las personas infectadas con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), porque había cierta tendencia para el tratamiento del SARS-CoV-1 (especie de coronavirus que causa el síndrome respiratorio agudo grave). Otro ejemplo es la utilización del plasma de convalecientes, que comenzó a usarse y mediante un estudio en el que participaron 12 instituciones científicas de todo país, demostramos que no produjo un beneficio clínico significativo. Con respecto a los corticoides sólo deben utilizarse cuando el paciente requiere oxígeno, ya que en el paciente ambulatorio, su uso demostró mayor mortalidad. Lo que hace el corticoide, como pasa en cualquier virus, es retrasar el aclaramiento viral, quiere decir que el paciente se retrasa de desembarazarse del virus y mantiene más viremia si usa corticoides de manera temprana”.
7- El asintomático puede contagiar: “La persona que está asintomática puede contagiar pero es más infrecuente que una persona que tiene el periodo de estado de la enfermedad, que es cuando comienzan los síntomas y se tiene expresiva la enfermedad. Asintomático puede transmitir la enfermedad, pero es de muy bajo riesgo, comparado con una persona cuya carga del virus es mucho más alta”.
8- A más circulación, más mutaciones: “El virus fue mutando y adquirió mayor transmisibilidad. Todos los virus tienen la posibilidad de mutar, mientras más circulación haya, porque hace una interacción con el individuo al exponerse. Uno se pregunta ¿por qué tengo la variante Delta de la India?, porque hay lugares donde todavía tengo alta circulación viral y genero una interacción en el cual el virus se puede mutar y hacerse más agresivo. Hay variantes del covid que se asocian a formas más graves y a mayor mortalidad, además de transmisibilidad. Todas esas características hacen que una variante lleve el nombre de preocupante”
9- Los cuidados disminuyeron otras enfermedades: “La pandemia nos enseñó que con muy poco es suficiente para que no circulen los virus respiratorios y que no sufran mutaciones, y que con estos cuidados se pueden evitar el contagio de otras enfermedades que pueden ser potencialmente mortales. En los dos inviernos en pandemia no tuvimos circulación de gripe, y prácticamente no hubo neumococo, que es la bacteria que transmite la neumonía en la comunidad. En verano y gracias al lavado de manos tampoco hemos tenido cuadros importantes de diarreas estivales. Con la pandemia aprendimos a cuidarnos más”.
10- Las vacunas son eficaces: “La disminución en los pacientes que llegan a la internación está relacionada con la vacunación. Quienes ocupan hoy una cama, la mayoría de las veces o no está vacunado, tiene un esquema incompleto (una sola dosis) o enfermó muy próximo a la colocación de la vacuna. La inoculación también hizo que disminuyera el grupo etario internado: hoy la media ronda los 60 años. Hoy se logró tener vacunas con una eficacia que supera el 90% contra el Covid, cuando la vacuna que se coloca para evitar la infección grave por gripe estacional, tiene una eficacia del 50%. Y eso se consiguió gracias al trabajo de los científicos que las elaboraron sobre una plataforma que ya estaba armada, que era la plataforma del sars-Cov-1 del 2012, lo que hizo que los tiempos de elaboración se redujeran”.
11- Equidad: la vacunación debe ser global: “Las vacunas no tienen que estar destinadas a un solo país o a una sola población. La estrategia de vacunación de una pandemia tiene que ser mundial. Para que se entienda: si hay un país con el 90% de la población vacunada, y tenemos un continente con el 10%, lo que se puede producir es que las mutaciones del virus, que se generen en esos países con bajas tasas de vacunación, generen circulación comunitaria. Esa inequidad de distribución de vacunas hace que los países ricos no se estén dando cuenta que este es un problema global. Hay variantes del Covid consideradas de preocupación, que son más transmisibles, hacen que tenga menos eficacia la vacuna, y se pueda escapar la metodología diagnóstica”.
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