Luis y Juan Salinas son dos gotas de agua cuando se trata de empuñar la guitarra.
La mirada del padre guía al hijo al momento de las cambios de ritmo, las improvisaciones y los punteos que por igual se reparten pese a que Luis busca disimular su protagonismo, lo que eleva la figura de Juan en cada canción que digita el dúo.
Padre orgulloso de un hijo que entiende la tamaña figura del hombre que tiene a su lado, ambos se complementan en la admiración y el cariño a la hora de tocar la guitarra. Tal vez sea por esto que como pocas veces en Mesa de Diálogo, los fragmentos a continuación sean en su mayoría canciones y pocas palabras.