Contar balaceras es un indicador preocupante. Aguardar la próxima, habla de la escalofriante incertidumbre con la que rosarinos y rosarinas aprendimos –a nuestro pesar– a vivir en este último año.
“Como en las películas”, pero aquí mismo, a la vuelta de la esquina, en la otra cuadra, en la manzana de enfrente, a cualquier hora del día y de la noche.
Después de la primera entrega –#Humo– buscamos sumar otras palabras y otras imágenes a la crónica diaria de las balaceras que nada tienen que envidiarle, a esta altura, a las cinematográficas escenas de las memorables: Caracortada (Scarface), 1932, dirigida por Howard Hawks; Sin aliento (À bout de soufflé), 1960, Jean-Luc Godard, y Callejón sin salida (Dead End), 1937, William Wyler, que incluimos en esta segunda producción.
A partir de un relato breve de Claudia Bonato y la realización de Pablo Romano y la productora audiovisual “Reina de Pike” –que se destaca por crear y producir contenidos desde una perspectiva humana y sensible, contando historias singulares que identifican a su región– surgió: #Balaceras.
Estampidos, disparos y detonaciones, componen la ensordecedora banda de sonido a la que no deberíamos acostumbrarnos nunca.