La paleontóloga Cecilia Apaldetti y la ingeniera química Nicole Seinhart recibieron el premio franco-argentino «Científicas que Cuentan» en las categorías trayectoria y estímulo respectivamente, por sus aportes no sólo al conocimiento, sino también por sus tareas en la divulgación desde una perspectiva de género y diversidad en ciencia.
Se trata de la primera edición de este premio otorgado por el Centro Cultural de la Ciencia, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT), el Institut Français d’ Argentine, la Embajada de Francia y el laboratorio Sanofi.
«El premio es un orgullo y una motivación como todo reconocimiento pero en este caso en particular me recuerda la responsabilidad social que implica contar ciencia», dijo a Télam Apaldetti, quien recibió el premio a la trayectoria.
Cecilia Apaldetti
Oriunda de San Juan, Apaldetti es investigadora del Conicet en el Instituto y Museo de Ciencias Naturales, que depende de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), y se desempeña como columnista de Paleontología en el programa de divulgación científica La Liga de la Ciencia.
Junto a su equipo descubrió en la localidad de Balde de Leyes, en San Juan, restos de un dinosaurio gigante, con lo que dio evidencia de que este tipo de especie existía 30 millones de años antes de lo que se pensaba, es decir durante el Triásico (unos 210 millones de años atrás).
«El descubrimiento salió en una revista de Nature y la noticia explotó en todo el mundo. Dimos cientos de notas para medios locales, nacionales e internacionales, nos entrevistaron de la BBC, el New York Times», recordó durante la ceremonia de premiación.
En este contexto, Apaldetti decidió bautizar al ejemplar encontrado con un nombre femenino y la llamó «Ingentia Prima».
«A partir de los huesos es imposible saber si un ejemplar era macho o hembra, pero como a todos los dinosaurios los bautizan como machos, en forma totalmente arbitraria decidí darle un nombre femenino», señaló.
Y añadió entre risas: «Entre que presentábamos la primera dinosauria gigante y que la autora de la publicación científica era mujer rompimos la matrix».
Pero su perspectiva de género no queda sólo en eso. «Por las redes sociales comenzaron a escribirme madres, abuelas, tías, maestras, todas mujeres haciéndome las preguntas que les hacían las y los niños; ahí comprendí que eran ellas quienes estaban tendiendo los puentes entre las infancias y la ciencia».
Nicole Seinhart
Por su parte, la ingeniera química Seinhart -quien recibió el premio al estímulo pero no pudo estar presente en la ceremonia ya que se encuentra en Alemania- expresó a Télam vía mail que «este premio me da noción de lo significativa que puede ser mi labor, de lo cual no era del todo consciente».
«La divulgación científica suele estar dejada de lado en el mundo de la investigación y es difícil obtener herramientas para desarrollarse en este área, así que este premio tiene un peso significativo en mi desarrollo profesional», señaló.
Y añadió que «además quiero resaltar la importancia de distinguir a las mujeres científicas; yo vengo de la ingeniería que es una disciplina llena de hombres y muy machista, en dónde es difícil para una mujer hacer una carrera. Este tipo de premios son de una gran ayuda para que las mujeres puedan crecer en su carrera que se encuentra constantemente obstaculizada».
Seinhart realiza sus tareas de investigación en el Instituto de Nanosistemas de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), donde tiene un enfoque de trabajo innovador en el uso de nanomateriales avanzados para generar energía biónica a partir del movimiento humano para su almacenamiento y posterior uso.
Cooperación entre Argentina y Francia
Durante la ceremonia, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, destacó la cooperación en ciencia entre Francia y Argentina, así como la articulación entre el sector público y privado.
Asimismo, enfatizó la importancia «tanto de profundizar las investigaciones como poder difundir los resultados de esas investigaciones; la sociedad para poder tomar decisiones necesita cada vez tener conocimientos científicos» en el marco del premio Científicas que Cuentan.
«Hemos enfrentado una pandemia enorme y en ella tuvimos que hacer frente a oscurantistas, sectores que decían que la ciencia no tenía nada que hacer; hoy estamos acá sin barbijos gracias a la ciencia», señaló.
Filmus sostuvo que «es decisivo que la sociedad tenga conciencia de la importancia que tiene la ciencia, que defienda su presupuesto pero no sólo por una cuestión corporativa para que quienes se dedican a esto ganen más, sino porque entienda que la ciencia es la mejor herramienta para resolver sus problemas, desde el hambre hasta la construcción de un lanzador espacial».
Finalmente, remarcó que el premio destaque los aportes a la perspectiva de género y recordó que «en Argentina en las bases de la investigación la mayoría son mujeres, pero cuando comienza a ascenderse en jerarquías la relación cambia y los puestos importantes son ocupados por hombres».
Premio Adrienne Bolland Científicas que Cuentan
La distinción «Científicas que cuentan» lleva el nombre de Adrienne Bolland. «Se trató de una mujer francesa aviadora, la primera en cruzar pilotando los Andes hace ya más de un siglo», recordó la embajadora de Francia en Argentina, Claudia Scherer-Effosse.
El premio, para el que habían postulado más de 150 participantes de 17 provincias, consiste en un programa de visitas y reuniones de dos semanas en Francia en instituciones afines a sus investigaciones.
Además, las integrantes del jurado otorgaron dos menciones a la categoría trayectoria para la antropóloga Vivian Scheinsohn y para la bióloga Mariana Sanmartino; y dos menciones a la categoría estímulo para la comunicadora Florencia Yanniello y para la bióloga Karina Speziale.