Estudiantes de distintas carreras del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) fueron seleccionados como finalistas de CanSat, una competencia anual que tiene por objetivo diseñar, construir y lanzar un satélite a escala, informaron este jueves desde el instituto.

El concurso es organizado anualmente por la American Astronautical Society (AAS), que cuenta con el auspicio de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) y Lockheed Martin, y la gran final se realizará entre el 9 y el 12 de junio en la Universidad Virginia Tech, en los Estados Unidos.

    «Estamos muy contentos ya que es el resultado de un proceso que comenzó hace dos años cuando participamos por primera vez del concurso»

Así, tras superar la etapa clasificatoria entre enero y febrero, de la cual participaron más de 100 equipos, el proyecto presentado por el grupo de la Universidad fue seleccionado como representante nacional.

La iniciativa es llevada a cabo por los alumnos María Candelaria Ruiz Casas, Franco Nicolás Estévez, Jorge Pedro Torres, Juan Bautista Valero, Malena Vásquez Currie, Manuel Luque Meijide, Matías Calamaro, Tamara Raquel Canillas, Tomás Donadu y Tomislav Marko Separovic; y contaron con la coordinación de la directora del Departamento de Investigación y Doctorado del ITBA, Mariana Di Tada.

El proyecto presentado por el grupo de la Universidad fue seleccionado como representante nacional

El proyecto presentado por el grupo de la Universidad fue seleccionado como representante nacional.

«Estamos muy contentos ya que es el resultado de un proceso que comenzó hace dos años cuando participamos por primera vez del concurso, donde, si bien llegamos a la final, por las condiciones epidemiológicas no pudimos viajar. En esta oportunidad, esperamos aprovechar esta experiencia y representar al ITBA y la Argentina», destacaron los alumnos.

En la final participarán otros 19 equipos internacionales, donde se llevará a cabo la evaluación del satélite creado y un lanzamiento utilizando cohetes provistos por la NASA.

En tanto, los criterios de evaluación se basan en comprobar que pueda completar el vuelo de forma satisfactoria a 700 metros de altura, desplegando dos paracaídas independientes, y transmitiendo datos en vivo a una estación de control en tierra.

Además deberá desplegar un satélite secundario que grabará el descenso a velocidad controlada.