Se propone declarar 2025 como “Año Saer”, debido a que se cumplirán 20 años de su muerte, ocurrida el 11 de junio de 2005, y que se instituya el “Día Saer” cada 28 de junio, en homenaje a su nacimiento, en el año 1937 en la localidad de Serodino, en el sur de la provincia.
Voceros de la Legislatura santafesina informaron que el proyecto fue presentado por la diputada socialista Érika Hynes, doctora en Química, investigadora del Conicet y ex ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la provincia durante la gestión de Miguel Lifschitz.
Con el Ministerio de Cultura como autoridad de aplicación, se busca lograr que las obras de Saer, publicadas o a publicarse, “sean accesibles para bibliotecas populares y establecimientos educativos, y que se aborden para cultivar vocaciones tempranas en niños y niñas”.
El proyecto dispone además la creación del “Premio Provincial de Literatura Juan José Saer”, con el objetivo de reconocer el talento literario de escritores y escritoras en lengua española, con una retribución monetaria, la publicación y la distribución de la obra ganadora.
Uno de los puntos centrales es la creación de un programa de conservación, mejora y mantenimiento de bienes y espacios de interés cultural para la geografía vital de Saer, ubicados en las localidades de Serodino, Rincón, Rosario y Santa Fe, tanto en el centro como en el barrio costero de Colastiné.
En ese sentido, se propone declarar “Espacios Notables Saerianos” a sitios relacionados con su vida o mencionados en alguna de sus obras, y cuya antigüedad, diseño arquitectónico o relevancia cultural y literaria le otorguen un valor propio, entre ellos su casa natal.
También se busca crear el Consejo de Investigación Literaria Saer, con la finalidad de preservar el legado del escritor y contribuir a la difusión en el ámbito nacional e internacional de su obra a través de seminarios, debates, conferencias, talleres y otras actividades.
Entre los fundamentos se enumera la trascendencia y vastedad de la obra de Saer, entre las que destacan las novelas Glosa, El limonero real, Nadie nada nunca y El entenado, y los libros de cuentos En la zona y Palo y hueso, traducidos al francés, inglés, alemán, italiano, portugués, griego, japonés y hebreo, entra otros idiomas.