Unas 21 ONGs argentinas presentaron la campaña ConservAR 30×30, que propone aumentar a un 30% la protección de las áreas terrestres y a un 10% las zonas marinas para el 2030 en la Argentina para proteger la biodiversidad de los ecosistemas.
La campaña de las organizaciones civiles, que fue impulsada por Aves Argentinas, cuenta con el apoyo de 250 científicos e investigadores argentinos y más de 18 mil firmas de la Change.org y además de contar con jóvenes comprometidos con la acción ambiental.
En Argentina, están protegidos el 15,90% del territorio nacional continental y el 7,11% de la plataforma submarina, según datos del Sistema Federal de Áreas Protegidas (SIFAP).
ConservAR: ¿De qué se trata?
La campaña obedece además a lo acordado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (COP15), donde se plantearon metas de un 30% de protección para esta década.
La iniciativa es una meta de conservación que prioriza la creación de áreas protegidas ecológicamente representativas, reconociendo los territorios y prácticas indígenas y tradicionales de cada lugar con el objetivo de proteger a los animales y plantas autóctonos y los servicios ecosistémicos que estos brindan.
«Con la COP15 de biodiversidad se plantearon estas metas para esta década. El estado argentino adhirió y ahora hay que trabajar muy fuerte por la conservación de la biodiversidad ya que el tiempo no está de nuestra lado, hay un millón de especies que están en peligro de extinción en el mundo, no lo podemos permitir», dijo a Télam Tatiana Ruiz Berman, la coordinadora de la campaña ConservAR 30×30.
Actualmente, a nivel global, solo el 17% de las áreas terrestres y el 10% de las áreas marinas están bajo protección.
La protección del 30% de áreas terrestres y marinas es, según la ciencia, un mínimo a alcanzar para frenar la acelerada pérdida de biodiversidad, almacenar carbono, evitar futuras pandemias y reforzar el crecimiento económico, explicaron los ambientalistas.
Visión estratégica
Este acuerdo histórico de la ONU proporciona una visión estratégica y una hoja de ruta global para la conservación, protección, restauración y gestión sostenible de la biodiversidad y los ecosistemas para 2030.
El secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, declaró en Montreal ante los países negociadores que «la naturaleza nos ha dado mucho, ha llegado el momento de devolverle algo».
«Este marco nos da esperanza para trabajar, venimos trabajando mucho. Necesitamos planes serios, financiamiento y metas alcanzables. El acuerdo de la COP15 es una hoja de ruta», explicó Ruiz Berman.
En ese sentido, la activista remarcó que el nuevo acuerdo sobre la protección de la biodiversidad en el mundo «tiene que tener financiamiento».
«Este marco pone más fuerza en metas alcanzables, basadas en ciencia y financiadas. No podes decirle a países de Latinoamérica que creen más áreas protegidas así no más, se tiene que invertir en tecnología, personal, todo tiene un costo y lo bueno de este marco es que establece el financiamiento», aclaró.
Áreas claves de especies
Ruiz Berman aseguró que la creación de áreas protegidas «no es conservar cualquier lugar, tienen que ser áreas claves para las especies, hay que relevarlas y conectarlas entre sí».
Desde las ONGs, insistieron en que para implementar los preceptos que se establecieron se necesita el compromiso de gobiernos, empresas, ONGs, comunidades indígenas y la sociedad civil en su conjunto.
«Hay que tener en cuenta rol fundamental de los pueblos originarios y de las comunidades locales. Nada de esto va a ser posible si no trabajamos con la gente que vive ahí y que trabaja por la conservación», aseguró Ruiz Berman y concluyó que «necesitamos una rápida implementación para detener y revertir la crisis de biodiversidad que enfrentamos».