Misiones cuenta con la primera Escuela de Robótica del país, creada para niños desde los 3 años y para adultos, sin límite de edad, que funciona como espacio educativo de gestión estatal no arancelado, y que ofrece una propuesta pedagógica en torno a la ciencia y a la tecnología, orientadas a la programación y la robótica educativa.
La escuela comenzó como una prueba piloto para la implementación de un modelo pedagógico innovador, disruptivo y con equipamiento de avanzada.
La directora, Solange Schelske explicó a Télam que «la escuela de robótica nació de un proyecto presentado en la Cámara de Representantes por el ingeniero Carlos Rovira, donde propone trayectos de formación en un ámbito no formal».
Una educación disruptiva
«Propone un nuevo modelo de educación donde se pueda proveer herramientas de educación disruptiva, con metodologías ágiles, con técnicas de aprendizaje tipo Playroom (sala de juegos) para que el estudiante pueda vivir una experiencia diferente de aprendizaje», indicó.
En cuanto a la forma de trabajar, detalló que la idea es que «el estudiante pueda construir desde un equipo de trabajo con conocimiento de roles, con acompañamiento de docentes, que nosotros lo llamamos el facilitador, que es un proyecto que lleva a transformar la educación tradicional».
Los trayectos de la Escuela de Robótica
En la escuela, los alumnos son divididos en trayectos, como ser Trendkids, de 5 a 6 años; Tecnokids, de 7 a 8 ; Makerjunios, de 9 a 12; Teensmakers, de 13 a 15; Teaminn, de 16 a 18; y Highmakers, de 19 años en adelante.
Además, este año se abrió un nuevo trayecto, el Pequebox, «para chicos de 3 y 4 años, con eso completamos todas las franjas etarias, con estudiantes de más de 80 años», dijo Schelske.
Igualmente, hay chicos que corresponden que pasen de nivel de acuerdo a sus conocimientos, o si ya transitaron otro trayecto en el cual cumplieron los objetivos, «porque cada estudiante tiene su propio ritmo», comentó.
La escuela de robótica es la primera escuela pública y gratuita del país, con una sede en cada municipio de la provincia, «estamos contando con 78 sedes articuladas con los intendentes, para que todos los misioneros puedan tener las mismas oportunidades», aseveró la directora.
De esta forma, los alumnos trabajan en proyectos referidos a la Salud, Domótica, Agricultura, Educación, Medio Ambiente, Entretenimiento, Seguridad, Logística y Transporte, entre otros.
En cuento al conocimiento previo que deben tener los alumnos cuando ingresan, la directora aseguró que «empezamos desde cero con los ejes de la robótica que son programación, diseño y electrónica».
Dicho esto, «solo hay que tener ganas de venir y de vivir una experiencia diferente de aprendizaje, todo es más activo y son desafíos que se van proponiendo en el espacio de clases», dijo.
La expansión de la Escuela de Robótica
La expansión de la Escuela de Robótica hacia cada uno de los municipios de la provincia se debió al gran interés demostrado año tras año por los nuevos estudiantes.
«El tránsito de los estudiantes se mantiene, tenemos alrededor de tres mil solo en Posadas, donde casi la mitad son chicos que vienen de años anteriores, con un promedio de mil a mil doscientos nuevos cada año», indicó la directora.
Además de la enseñanza a niños misioneros, la Escuela de Robótica comenzó a trabajar con otras provincias para exportar el modelo, por ejemplo con Neuquén, donde están haciendo el Centro Neuquino de Robótica.
«Se hizo un convenio entre ambas provincias para poder hacer transferencia del modelo, que es único y funciona desde el 2017 en Misiones», señaló Schelske.
¿Dé que se trata la propuesta?
En tanto, Romina, una facilitadora pedagógica de la escuela, explicó la forma de trabajar en el establecimiento educativo.
«Nuestra manera de trabajar es siempre en pareja pedagógica, es decir, siempre estoy acompañada en clases con un técnico, con niños que van desde los cuatro años, implementado este año, hasta alumnos sin límite de edad», dijo a Télam.
En cuanto a los trayectos, señaló que «nos dividimos siempre en los básicos, que son niños que tienen por primera vez contacto, y los avanzados de ese mismo trayecto, que ya cursaron el año anterior en la escuela y ya se les profundiza más el aprendizaje de la robótica».
Romina agregó que «se los divide en ejes, que son la robótica educativa y la programación de circuitos, todo hacia lo que el niño conoce».
«El año pasado hubo proyectos en Tecnokids en los que hicimos una compostadora, para que el niño conozca cómo es reciclar», contó, y agregó que «les enseña cómo ayuda la robótica al reciclaje».
La facilitadora comentó que la elaboración de proyectos como estos permiten enseñar a los chicos «una educación ambiental y emocional».
Lenguaje de programación aptos para estudiantes
Explicó que para trabajar con los niños «se realiza todo con lenguaje en programación apto para ellos, de acuerdo a su edad, por ejemplo, en Tecnokids utilizamos un lenguaje en bloques, que es más fácil comprender porque ellos todavía no realizan la programación en códigos, pero de a poco van entendiendo la robótica».
Cada clase cuenta con cerca de 25 chicos, siendo los de 4 a 16 años «los más estables», a partir de allí «hay conexión con la Escuela Secundaria de Innovación, ligada al proyecto de la Escuela de Robótica, que recibe a estos niños que quieren seguir vinculados a la tecnología», detalló.
Enzo, un estudiante de 16 años de la escuela y con síndrome de Asperger dialogó con Télam y explicó que comenzó en Makerjuniors (12 años) porque «le gusta la robótica y la programación» y le gustaría «en un futuro seguir una carrera relacionada a la tecnología».
Fuente: Télam (Por Pablo Noguera)