Las épocas de exámenes dejan a todos exhaustos, porque se requiere de muchas horas diarias y concentración permanente, a lo que se suma el estrés acumulado y una gran tensión. Para superar esta etapa con éxito, el blog eTítulo brindó una serie de consejos.
Alimentar el cuerpo y el cerebro: quienes viven solos suelen caer en la tentación de las comidas precocinadas o chatarra porque requieren menos tiempo de preparación. Sin embargo a la larga esto es muy perjudicial, porque una mala alimentación reduce nuestra concentración y capacidad de esfuerzo, nos hace sentir más cansados y rendimos menos.
Una buena alternativa es armarse un menú semanal de comidas y comprar todo con antelación, para no perder tiempo en ir hasta el mercado ni en pensar qué cocinar. Siempre que se tenga un hueco, dejar comida congelada. Si vamos a picar entre horas, lo mejor es hacerlo con frutas o frutos secos. Se recomienda comer mucha ensalada, fieletes a la plancha y algo de pasta.
Dormir no es opcional: nuestro cerebro va a estar trabajando a pleno rendimiento durante muchas horas y muchos días. Le vamos a exigir que entienda, que memorice, que se concentre, organice, planifique y que resuelva problemas, así que lo mínimo que podemos darle a cambio es el descanso necesario. También es muy útil buscar un poco de “desconexión” antes de dormir, pero no podemos alargar eso más de la cuenta porque nos estaremos quitando unas horas de sueño valiosísimas. Para eso sirve usar alarmas que nos digan cuándo es momento de cortar.
Además, está probado que el cerebro funciona a su máximo nivel las primeras dos horas después de levantarnos, por lo que es clave no hacerlo tarde para luego disponer de más tiempo de recuperación y vuelta al estudio.
Hacer ejercicio: la cuarentena nos ha demostrado lo indispensable que es moverse y salir para tener la mente despejada. Hacer ejercicio es importante para la salud, para mantener una adecuada forma física y para sentirnos bien, y en momentos de estudio sirve por varios motivos, como ser prevenir problemas posturales derivados de las muchas horas que nos pasamos sentados. Además, ayuda a mejorar la concentración, nos sirve para desconectar y descansar de los estudios, hace que nuestro cerebro segregue endorfinas que nos hacen sentir bien y nos libera de estrés.