Desde tiempos inmemoriales los cuentos se han utilizado para transmitir ideas y conocimientos a los niños, y a pesar de los grandes avances tecnológicos de la actualidad, hoy en día siguen teniendo una gran utilidad.
Ocurre que los cuentos son una herramienta didáctica de primer orden que ayuda entre otros al desarrollo de importantes habilidades como aprender a escuchar, hablar, leer y escribir, según consignó el sitio Cosas de Educación.
Entre los elementos más importantes que aportan los cuentos para los niños se destacan:
Despiertan y estimulan la imaginación: gracias a la fantasía y a la magia de los cuentos, se despierta la imaginación infantil, además los personajes fantásticos de los cuentos ayudan al niño a identificarlos con sus sentimientos internos, haciendo más fácil que comprenda su mundo interior.
Estimulan el lenguaje: permiten que aprendan palabras nuevas y descubran el significado de diferentes expresiones, ayudándoles a ampliar su vocabulario.
Estrechan los lazos familiares: el tiempo que pasan los padres con sus hijos, leyendo y comentando los cuentos, hará que la conexión entre padres e hijos sea todavía más fuerte, creando buenos momentos que serán recordados durante mucho tiempo. Para eso se recomienda que los cuentos sean “contados” y no simplemente leídos, enriqueciendo así mucho más la experiencia.
Trasmiten mensajes educativos: los cuentos suelen trasmitir mensajes, ideas y valores que los niños fascinados por la historia harán suyos de una manera mucho más fácil, interiorizándolos de esta manera.
Despiertan el interés por la lectura: los cuentos son una forma estupenda de introducirles en el mundo de los libros y despertar en los más pequeños el hábito y el gusto por leer.
Los ayudan a enfrentarse a los problemas que tendrán en la vida: los personajes de los cuentos pasan por distintos problemas y dificultades, enseñando a los niños que en la vida no todo se consigue de forma sencilla y que es normal que en el camino se presenten peligros y dificultades.
Más allá de esto, se aconseja que los cuentos para lo pequeños tengan un final feliz, porque así se ayuda a reforzar su autoconfianza, ya que aprenden que aunque lo pasen mal, las dificultades se terminan superando y al final llega la felicidad. Este final feliz es uno de los motivos por lo que si se cuentan por la noche antes de dormir, les ayudarán a conciliar el sueño.