Un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Utah, Estados Unidos, concluyó que el crecimiento de los árboles no parece estar limitado por la fotosíntesis, como se creía, sino también por la expansión celular, lo que sugiere replantearse la forma de prever el crecimiento de los bosques en un clima cambiante.
«El crecimiento de un árbol es como un carro y un caballo que avanzan por la carretera», explicó a la agencia Europa Press uno de los investigadores, William Anderegg, profesor asociado de la Facultad de Ciencias Biológicas.
«Básicamente no sabemos si la fotosíntesis es el caballo o si es la expansión y división celular. Ésta ha sido una pregunta difícil y de larga data en el campo. Y es muy importante para entender cómo responderán los árboles al cambio climático», agregó.
«En la escuela primaria se aprende que los árboles producen su propio alimento mediante la fotosíntesis, tomando la luz del sol, el dióxido de carbono y el agua y convirtiéndolos en hojas y madera. Sin embargo, el proceso no es tan básico, porque para convertir el carbono obtenido por la fotosíntesis en madera es necesario que las células de la madera se expandan y dividan», sostuvo el biólogo.
«De modo que los árboles obtienen el carbono de la atmósfera a través de la fotosíntesis. Ésta es la fuente de carbono de los árboles, luego gastan ese carbono para construir nuevas células de madera, el sumidero del árbol. Si el crecimiento de los árboles solo estuviera limitado por la fotosíntesis, sería fácil de predecir en un modelo matemático», agregó.
Por tanto, «en teoría el aumento del dióxido de carbono en la atmósfera debería aliviar esa limitación y permitir que los árboles crezcan más. Pero si, por el contrario, el crecimiento de los árboles estuviera limitado por el sumidero de carbono, entonces el árbol sólo podría crecer tan rápido como sus células pudieran dividirse», explicó.
Hay muchos factores que pueden afectar directamente a la fotosíntesis y a la tasa de crecimiento celular, como la temperatura y la disponibilidad de agua o nutrientes.
Según el estudio, los investigadores pusieron a prueba esta cuestión comparando las tasas de origen y de sumidero de los árboles en lugares de Norteamérica, Europa, Japón y Australia y analizaron los datos recogidos en busca de pruebas de que el crecimiento de los árboles y la fotosíntesis fueran procesos acoplados, pero no lograron encontrar tal vinculación.
«El hecho de que observemos mayoritariamente un desacoplamiento es nuestro principal argumento para concluir que el crecimiento de los árboles no está limitado por la fuente, es decir por la fotosíntesis», precisó Antoine Cabon, investigador postdoctoral de la Facultad de Ciencias Biológicas.
El investigador se refirió a que el acoplamiento solo aumentó en condiciones cálidas y húmedas, por lo que afirmó que «este hallazgo sugiere que la cuestión de la fuente frente al sumidero depende del entorno y el clima del árbol».
Y agregó: «Esto significa que el cambio climático puede reconfigurar la distribución de las limitaciones de fuente y sumidero de los bosques del mundo. Por ejemplo, los modelos de vegetación actuales predicen que los bosques prosperarán con un mayor dióxido de carbono atmosférico».
En este sentido, subrayó: «El hecho de que el crecimiento de los árboles esté limitado por el dióxido de carbonos significa que para muchos bosques esto puede no ocurrir realmente, ya que los bosques absorben y almacenan alrededor de una cuarta parte de nuestras emisiones actuales de dióxido de carbono, por lo que si el crecimiento de los bosques se ralentiza, también lo hará su capacidad de absorber carbono y de frenar el cambio climático», concluyó.