En círculos sociales, es popular la frase donde una madre presenta a su hijo como «Mi hijo el Doctor». Esta expresión es fruto de una obra teatral escrita a principios del siglo XX y representa el drama entre la gente perteneciente a la sociedad rural de principios de siglo y los que se han mudado a la ciudad. La frase fue posteriormente tomada por el lenguaje coloquial, representando el ascenso social y la mirada médico hegemónica donde el «Doctor» significaba el centro del acto médico, casi como único miembro con prestigio del equipo de salud. Si bien esto continua parcialmente en nuestro tiempo, nos permitidos reflexionar sobre la actualidad de los equipos de salud y analizar estas nuevas dimensiones.
Ya en 1973, la OMS definió al equipo de salud como una «asociación no jerarquizada de personas, con diferentes disciplinas profesionales, pero con un objetivo común, que es el proveer en cualquier ámbito a los pacientes y familias, la atención más integral de salud posible.» Esta declaración de ya casi 50 años no está cabalmente aplicada en las diferentes áreas de la salud. Entre otras dificultades nos encontramos con la historia de la medicina, donde el rol del médico fue el centro de la escena, lo que ha llevado como consecuencia a una mirada medico hegemónica, el médico, masculino y con un saber no cuestionable, decidía sobre la salud de una persona o una comunidad.
Sin embargo, a lo largo de la última mitad del siglo XX se han jerarquizado otras profesiones del equipo de salud y se han diferenciado de su formación y campo de acción. A modo de ejemplo podemos nombrar el surgimiento de la psicología y la profesionalización de la enfermería, entre otras. Es por lo que actualmente los equipos han cambiado y poco a poco se ha migrado de esta centralización medica masculina a una situación más equilibrada de genero e interdisciplinaria.
Diversas áreas forman profesionales con una mirada integral sin tener necesariamente una formación médica. Esto logra ampliar los equipo terapéuticos y áreas que en un pasado eran exclusivamente médicas y hoy son compartidas con otras profesiones que tiene una formación universitaria, residencias hospitalarias y roles en el equipo de salud con igualdad de jerarquización tanto para los miembros del equipo de salud como para la sociedad. Un ejemplo de esto es el aumento y la profesionalización de los Licenciados en Nutrición.
Otras áreas más modernas ya empiezan a formar parte, sin cuestionamiento, del equipo y actualmente existe un conceso que indica que no solo es necesario saber de salud o de administración, sino que la formación de gestores de salud especializada es cada vez es más requerida por instituciones privadas e incluso públicas, donde por ejemplo hoy existe residencias hospitalarias (tal como las que haría un cirujano) de economía de la salud y gestión hospitalaria.
Con el avance de la informática, la salud no podía escapar a estar modernización y existe, por ejemplo, la Especialidad de Sistemas de Información en Salud, una disciplina que se enfoca en el análisis de los sistemas de información con el objetivo de detectar oportunidades de mejora; así como en el diseño y la implementación de dichos sistemas para acompañar los procesos sanitarios de asistencia, docencia, investigación y gestión en salud, que contribuyan con información de calidad para el cuidado del paciente y la toma de decisiones. Esta especialidad es reconocida por el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires y cuenta también con una residencia interdisciplinaria.
Felizmente, el equipo está modificando la frase «mi hijo el Doctor» y hoy tiene más amplitud, oportunidades de formación y profesionalización en pos de una mejor salud para el paciente y la comunidad.