Yanina Marrone es licenciada en Comunicación Social, profesora, orientadora familiar, e hizo una diplomatura en ciber seguridad, y dialogó con Punto Medio (Radio2) sobre uso responsable, inteligente y positivo de las pantallas por parte de los más pequeños, en esta época de tantos estímulos tecnológicos.

Es por eso que dio algunas claves para acompañar la crianza: “Es un tema que hoy preocupa a padres y madres, y por eso propongo pasar de un rol pasivo a uno más activo para generar alternativas”.

La propuesta de Marrone es “ni nada ni todo, un punto medio. Un equilibrio”. Explicó que es usual pensar que “los chicos son nativos digitales”, cuando en realidad, afirmó: “Son nativos vinculares. No nacen digitalizados. Necesitan del otro ser humano para formarse”.

De esta forma, afirmó: “En las pantallas, los chicos necesitan que el adulto le genere confianza y acompañamiento para usarlas de manera saludable, responsable e inteligente. Es hacer acuerdos: con los chicos, así como con los otros papás, los abuelos y niñeras”.

Marrone dio algunas precisiones sobre el tiempo ideal que deben estar los niños en uso de las pantallas, y fue contundente: “No hay profesionales que recomienden uso de pantallas entre cero y tres años. De tres a seis, es media hora al día, con supervisión. Después de los seis años, una hora al día, no todos los días a la semana. Y de los 11 años para arriba se puede hablar de dos horas cada día”.

Explicó por qué de esas definiciones: “Hoy ninguna aplicación tiene contenidos acordes a los chicos. Niños de nueve años hay cosas que no saben procesar. Entonces hay que poner una especie de límite, sin caer en una burbuja tan diferente a la comunidad de otros compañeros y sus padres”.

Marrone fue consultada sobre si el uso de las pantallas afecta a los niños en el vínculo con los demás, y respondió enfática: “Sin dudas. Soy docente también, y es una adolescencia diferente a las de años anteriores. Hay una distorsión de la realidad en adolescentes y también en niños. Les cuesta los vínculos sanos, e incluso hablar. Los videojuegos generan problemas psicológicos, adicciones y trastornos y enfermedades mentales. Algo que fue declarado por la Organización Mundial de la Salud”.