La virtualidad ha sido de suma importancia en épocas de pandemia por Covid 19, nos permitió mantener contacto con nuestros seres queridos, así como también el trabajo y la escuela pasaron a ser vía online. Si bien conocemos las ventajas que lo tecnológico nos brinda, es importante visibilizar que principalmente para las infancias y adolescencias se requiere de un borde construido por aquellos responsables de su crianza y su hij@.
La pandemia propició que el aumento de uso de tecnología sea aún más elevado estando gran parte del día con el acceso a los múltiples medios masivos. Aquellos que despiertan curiosidad y otros que pueden no ser aptos para su edad. En el caso de los niños siempre es importante conocer qué ven, cuáles son sus intereses y promover que puedan ver historias que planteen una trama, una moraleja y que los inviten a pensar e incluso crear.
¿Por qué es importante saber en qué andan?, No se trata de invadirlos sino justamente de acompañarlos, en eso que eligen, pero para eso es necesario que el adulto se haga ese tiempo y no minimice aquello que generalmente los niños muestran espontáneamente. Usualmente los niños buscan compartir con los adultos pero son frenados por el «esperá un momento estoy trabajando, ahora no», y eso paulatinamente va produciendo que no vengan al encuentro.
Por ese motivo es relevante visibilizar que aquello que nos muestren más allá de si nos resulta interesante o no, es importante para él o ella y si lo es claramente lo será para nosotros. Escuchar sus intereses abre la posibilidad de hablar por ejemplo de aquel monstruo que quieren ver, de cuáles son sus miedos y qué defensas activan. Entonces para que confiemos como padres es preciso ir unos pasos atrás. Concienticemos que cada uno desde su lugar y su historia, respetando las elecciones y movimientos epocales, podemos ir acompañando a inscribir en positivo para que ellos en tanto niños puedan ir eligiendo sabiendo que pueden confiar en sus padres.
Por supuesto que no es sencillo, pero si sabemos que es una apuesta no solo al presente sino al futuro, apostemos y demos lugar a aquello que a veces nos invade visualmente de manera masiva para poder acompañar su crecimiento.
Construyendo esa base nos enfrentamos a los avatares de la pubertad desde otro lugar. Los adolescentes si bien van inscribiendo su sexualidad también van realizando trabajos adolescentes en donde los pares son centrales. Eso no quiere decir que los papás están afuera de esa aventura de crecer de su hijo/a, sino que estarán desde otro lugar sosteniendo, acompañando y bordeándolo. Seguramente el adolescente no ira a buscar a sus padres a mostrarles todo lo que vea como suelen hacerlo los niños, pero construyendo ese vinculo de reciprocidad desde temprana edad, puede dar lugar a que esos dibujitos compartidos pasen a ser series, que ese jugar con muñecos pasen a ser juegos de mesa o deportivos y que como adolescentes en todo ese proceso de cambios puedan ver a padres que también van haciendo movimientos.
Si cuidamos a los que cuidan a los niños, cuidamos a los adolescentes del mañana y a los adultos del futuro.