La selección argentina se imponía por la mínima ante Francia, luego de que Ángel Di María gestara la acción del penal que metió Messi. Pero Fideo tenía previsto algo más. A los 36 llegó para definir mano a mano con Lloris y anotarse en otra final.
El equipo de Scaloni sacó ventaja de dos ante los galos como consecuencia de una jugada colectiva maravillosa, que inició con un corte Molina, que limpió para Mac Allister, Messi limpió la jugada y Julián le sirvió a Di María el nuevo grito.
Hasta ahora, el rosarino venía teniendo un papel de reparto, pero en la final mostró que su nivel es de elite y se transformó en protagonista.