Una particular y pocas veces vista manifestación –al menos en el fútbol argentino– tuvo lugar este jueves a la noche en Arroyito e interrumpió el partido entre Rosario Central y River. Una mujer con su cuerpo pintado saltó a la cancha y fue detenida.
Corrían los primeros minutos del segundo tiempo el Gigante cuando el árbitro Andrés Merlos debió pitar para parar el juego. Y la policía, entrar rápidamente ante la irrupción de una joven con poca ropa.
En principio no estaba claro si la manifestante representaba a alguna organización o si se trató de una expresión individual. Igual, su mensaje era simple: “No a la violencia”, según se pudo leer en su espalda.
Dicho reclamo estaba acompañado de pintadas en su torso, dividido entre los colores de Central y de Newell’s, mientras que en su parte baja compartió las banderas de los rivales de la noche, el Canalla y River.
La joven no se resistió a la detención y fue escoltada hacia afuera de la cancha por personal femenino de la policía.