La selección argentina de básquet debía ganarle a Canadá para no quedarse afuera del Mundial y lo hizo. Con una gran tarea de Facundo Campazzo, el elenco que conduce Pablo Prigioni se impuso por 83 a 72. De todos modos, no alcanzó para clasificar directo porque otros resultados no lo ayudaron. Ahora, deberá jugar el último duelo de la clasificación ante República Dominicana el domingo en Mar del Plata en una verdadera final. Para ese partido, Argentina espera por Gabriel Deck, que vendrá desde España para jugar.
En el penúltimo duelo de las Eliminatorias FIBA rumbo al Mundial 2023, el seleccionado mostró actitud, jerarquía individual y buenos pasajes colectivos.
Campazzo fue el dueño del show literalmente desde la primera jugada, mientras que el entrenador Prigioni movió cada pieza del ajedrez albiceleste a la perfección.
“Tras buenos primeros minutos donde defendimos bien y corrimos con Facu anotando puntos rápidos, nos costó. Pecamos de ansiedad, también mérito de la pegajosa defensa canadiense. Pero cuando no podemos convertir con facilidad, debemos agachar la cola y poner lo necesario para correr en transición, y eso hicimos en el segundo cuarto”, dijo Prigioni
En sintonía, Campazzo, el MVP de la noche con 13 puntos y 11 asistencias declaró: “Empezamos algo acelerados y ansiosos, aunque manejamos el ritmo en muchos pasajes. Nos faltaba intensidad en el rebote, pero cuando nos pusimos sólidos en defensa controlando el tablero y su tiro de tres, logramos correr, lanzar a pie firme, ser inteligentes para encontrar al jugador con la mano caliente y llevarnos una victoria importantísima”.
“Fue clave disminuir las pérdidas para separarnos en el marcador y jugar con esa ventaja”, comentó Prigioni acerca de las 11 pérdidas de la Selección (7 en el primer periodo) contra las 18 canadienses. “En el tercero sacamos la mayor diferencia, pero bajamos la intensidad y su defensa zonal ralentizó nuestro ataque. Ahí aparecieron triples fundamentales para darnos aire cuando nos costaba anotar, y luego lo cerramos con oficio”, concluyó.
Sin dudas, otro factor trascendental fue la extensa rotación argentina, repartiendo minutos de gran manera en un plantel de peso y amor incondicional a la camiseta. “Lo que más destaco es el compromiso de estos jugadores que viajan muchísimas horas, que jugaron hace poco en sus clubes, algunos haciendo enormes sacrificios y sufriendo situaciones personales complicadas, y aún así queriendo estar. Y todos tuvieron su momento, todos aportaron, y eso me deja muy contento”, señaló el DT.
A esa rotación argentina, le falta el emblema de Barcelona, Nicolás Laprovittola y la estrella de Real Madrid, el santiagueño Gabriel Deck. Todo indica que este último será refuerzo albiceleste y estará en la gran final rumbo al Mundial.