Esta lesión llega en el mejor momento del ex Arsenal de Sarandí y América de México, ya que era gran candidato a ir al Mundial (Sampaoli lo llamó en las últimas convocatorias) y era seguido de cerca por emisarios del Borussia Dortmund alemán.
La cláusula de rescisión de Benedetto es hoy de 30 millones de dólares, el segundo del club después de Cristian Pavón, que se eleva a 37.500.000.
En lo inmediato, el candidato a reemplazarlo es Walter Bou, lo que frenaría la potencial transferencia de la que podía formar parte a fin de este año para encontrar más espacio de competencia en otro equipo.
Pero para comienzos del año próximo, cuando Boca inicie su participación en la Copa Libertadores, la idea de la directiva es contar con Carlos Tévez, algo por lo que su presidente, Daniel Angelici se encuentra por estas horas en China.
Simultáneamente contará también con la incorporación de Ramón Ábila, hoy a préstamo en Huracán, aunque el técnico Guillermo barros Schelotto no lo pretende sumar todavía. Todo esto sin descartar que aparezca algún otro nombre que sacuda el mercado.
La lesión
"Son cosas que pasan en la profesión. Habrá que poner fecha para la operación y empezar a recuperarse. Me di cuenta enseguida de lo que me había pasado. Tuve una sensación rara, porque ya me había esguinzado una rodilla y sabía que esto no era lo mismo. Ahora sólo pienso en restablecerme y nada más", afirmó Benedetto al salir del lugar donde fue analizado.
"Se cayó solo, no chocó con nadie. Y cuando se rompió, dio un grito que me asustó", confió apenas finalizado el partido el árbitro del clásico ante Racing Club, Darío Herrera, al describir el momento (35 minutos del segundo tiempo) en que Benedetto se lesionó.
Los médicos boquenses Pablo Ortega Gallo y Gerardo Godoy, junto al ex dirigente Juan Carlos Crespi, acompañaron a Benedetto al Instituto IMAX de Barrio Norte donde se realizó la resonancia magnética que arrojó el resultado tan temido.
El atacante, de 27 años (nació el 17 de mayo de 1990 en la ciudad bonaerense de Berazategui), será operado el próximo jueves por la tarde en el Sanatorio Agote, del barrio porteño de La Recoleta, el mismo lugar donde fue intervenido por una lesión similar su compañero Fernando Gago el pasado 12 de octubre.
Benedetto salió llorando del campo de juego y de la misma manera ingresó a los vestuarios, quizá como un preanuncio de lo que una resonancia magnética le confirmaría menos de dos horas después.