La selección argentina sub 23 cayó este viernes por 1 a 0 contra Francia y quedó fuera de los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de París 2024, en un partido que estuvo cargado de tensión de principio a fin y terminó con un feroz cruce sobre el campo del Stade Matmut-Atlantique de Burdeos.

La rivalidad entre la albiceleste y los locales se sintió desde el arranque, con silbidos que comenzaron a escucharse ni bien los futbolistas del equipo de Javier Mascherano salieron a la cancha para el calentamiento, y que se intensificaron cuando sonó el himno argentino antes del arranque del partido.

Ese clima, que también acompañó a los demás integrantes de la delegación argentina y particularmente a Los Pumas 7s durante su paso por la competencia, ya era contemplado por la sub 23 desde el momento en el que se definió el cruce con los anfitriones.

"Será un partido especial porque será el primero después de la final del mundo, con lo que sucedió y todas las situaciones de estos últimos meses. Al fin y al cabo somos Argentina, campeones del mundo y de América. Sentimos el clima de adversidad. Es algo que pasa en pequeñas situaciones... Con nosotros es todo más detallista. Después obviamente uno sale a la cancha y silban nuestro himno. Les pasó a los Pumas también. Al fin y al cabo es por esta razón de lo que fue el mundial y lo que ocurrió después. Será un partido hermoso", expresó arquero Gerónimo Rulli horas antes del encuentro.

A la ya fuerte rivalidad entre ambos seleccionados por los antecedentes del Mundial de Rusia 2018 (cuando Francia eliminó a Argentina en octavos de final) y la final de Qatar 2022 (con el triunfo por penales de la albiceleste), había que sumarle la tensión por los cánticos racistas que se viralizaron tras un nuevo triunfo del combinado nacional en la Copa América. Una cadena de sucesos por la que ya se preveía que el partido iba a estar cargado de roces.

"Argentina es el último campeón del mundo, un equipo que siempre termina en la final de los torneos que juega. Con lo que sucedió recientemente, todos los franceses están afectados", había dicho el delantero Jean-Philippe Mateta. "Podría ser una pequeña revancha, digamos; depende de nosotros tomarla. En cualquier caso, Francia-Argentina es un gran partido", agregó el centrocampista francés Joris Chotard.

Ya para cuando el árbitro uzbeko Ilgiz Tantashev pitó el final y decretó el triunfo de Les Bleus por 1-0, hubo un cruce entre los futbolistas de ambos planteles. Mientras las imágenes mostraban al entrenador Thierry Henry celebrando en calma con sus colaboradores, en el campo de juego se desataba una enorme gresca.

Luego de las corridas en dirección al túnel que conecta con los vestuarios, el árbitro –con el partido terminado– le mostró la tarjeta roja al mediocampista Enzo Millot, que habría sido quien desató el enojo de los futbolistas albicelestes al festejar el triunfo de su equipo.

Tras unos minutos de incertidumbre sobre lo que ocurría en el túnel, finalmente los futbolistas de Francia regresaron al campo de juego para continuar con los festejos junto a los miles de hinchas locales que llenaron el estadio.

Minutos después del final del partido, Henry habló sobre lo sucedido durante el encuentro. "Fue muy duro hoy. Argentina tenía posesión. Hemos jugado más de contragolpe. El gol vino muy rápido. Con lo que pasó al final no estoy de acuerdo. Mi jugador tuvo una tarjeta roja y eso no lo acepto. No debe pasar. Fui a estrechar la mano del técnico y cuando me giré pasó lo que pasó", dijo en declaraciones a TyC Sports.

Tras la escandalosa derrota en el debut ante Marruecos, el seleccionado sub 23 logró reponerse con un triunfo por 3 a 1 contra Irak y otra victoria por 2 a 0 contra Ucrania, lo que le garantizó el segundo puesto en el Grupo B.

Francia, por su parte, llegó al choque de cuartos de final como puntero de la Zona A tras ganar sus tres encuentros contra Estados Unidos (3-0), Guinea (1-0) y Nueva Zelanda (3-0).