Rosario Central está en la final de la Copa de la Liga. El Canalla logró superar en los penales al Millonario luego de empatar en los 90 minutos sin goles. El equipo de Russo apostó a las manos de Jorge Broun y el arquero no falló. Le patearon cuatro penales y no le convirtieron ninguno. Así, el equipo rosarino jugará la final con Platense y buscará una estrella más.
El partido no fue gran cosa. River dominó en el trámite, pero era lógico porque tiene más plantel que el Canalla. Pero los de Russo jugaron a lo que saben, plantearon el partido más molesto para su rival y apostaron al error del rival. Esto último no ocurrió, pero cada Canalla sabía que había una vida más en las manos de Broun.
No es tan necesario hablar del juego porque realmente pasó poco. River quiso algo más, pero no pudo. Apenas un remate de Barco que sacó Broun del ángulo y que el travesaño lo ayudó luego. El equipo de Demichelis merodeó el arco del héroe de la noche, pero casi no lo inquietó.
El Canalla apostó como siempre por Campaz, pero esta vez River lo tapó mejor. No lo dejó crecer, aunque el colombiano se las ingenió para tener alguna que otra ocasión de peligro.
El partido se fue apagando con el paso del tiempo, con los cambios de River que no aportaron casi nada. Al tiempo, Russo hizo los suyos para tratar de cerrarlo en cero. Llegaron los penales y ahí hubo un solo nombre.
Jorge Broun volvió a ser la gran figura de un partido clave para la historia contemporánea de Central. Como ante Racing, hoy ante River le atajó los disparos de Enzo Díaz, Pity Martínez y Palavecino. Luego llegó Lanzini y falló. Le tiraron cuatro, no le metieron ninguno.
Después de cinco años, tras aquella definición de la Copa Argentina, el Canalla volverá a vivir una sensación como aquella. Volverá a jugar una final por una estrella, por la gloria, por aumentar los logros de un Central que quiere ser cada día más grande.