Rosario Central logró un importante triunfo en el Gigante de Arroyito ante Gimnasia de La Plata por 3-1. Dos goles de Alejo Véliz y uno de Damián Martínez le entregaron tres puntos de oro en casa. Barros Schelotto había marcado el empate transitorio. El equipo de Miguel Russo consiguió así meterse en la semana del clásico con el mejor de los ánimos.
El conjunto auriazul tuvo una más que aceptable producción, aunque su mayor mérito estuvo en el aspecto anímico y actitudinal. Alejo Véliz, la figura Canalla, pegó primero con un gran cabezazo, pero luego Bautista Barros Schelotto puso el empate, tras la intervención del VAR.
El partido estaba cerrado, el trámite no era de nadie y el resultado tampoco. Sin embargo, el conjunto rosarino encontró una vía de escape con Coyote Rodríguez. El lateral, que ya había asistido al 9, ahora desbordó y metió un centro notable para que llegue vacío Damián Martínez y meta el segundo.
Central sintió que el partido era suyo. Inmediatamente después Alejo Veliz metió otro cabezazo goleador, pero esta vez el VAR se lo anuló por una mano.
Igual, el Canalla siguió buscando. Y Véliz también. El 9 le metió un nuevo martillazo a la pelota con su cabeza y liquidó el partido a diez minutos del final.
Lo demás ya no tuvo sentido. Solo cambios para guardar piernas. Salieron los goleadores Véliz y Martínez para esperar el clásico arropados en el cariño de los hinchas que los aplaudieron. Llegó el final y el pedido de los Canallas porque el domingo será otra historia. La historia más esperado, al margen de la alegría de hoy.
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