Rosario Central ganó un partidazo en Santa Fe en su lucha por el ingreso a la Copa Sudamericana. Derrotó 4 a 1 a Colón con tres de Marco Ruben, que quedó a un gol de ser el máximo goleador histórico del club junto con Waldino Aguirre, y uno de Emiliano Vecchio. Descontó Gonzalo Piovi para el Sabalero.

El Canalla salió con todo y empezó a ganarlo desde el vestuario. A los tres minutos, Ruben metió una palomita brillante tras un envío de Vecchio y abrió el partido. Y a los 8, el “9” metió otro cabezazo notable para anotar el segundo, ahora tras centro-asistencia de Blanco.

El equipo del Kily González inició a pura efectividad. Las dos primeras aproximaciones fueron goles. El arquero de Colón, Leonardo Burián, no había tocado la pelota y ya tenía dos goles en contra.

Después de las dos piñas del arranque, Colón empezó a poner en aprietos a Central, que mostró algunos de sus habituales problemas defensivos. Por eso, Jorge Broun empezó a ser figura.

De todos modos, Colón se dedicó a imitar los problemas defensivos del canalla y en el minuto 29 le dio la chance a Gastón Ávila de meter el tercero, pero el palo se lo negó.

Luego, se picó el partido. Eric Meza fue a disputar una pelota larga contra Ávila y le metió un planchazo de expulsión. Vigliano le sacó amarilla, pero el juez de línea le aconsejó que cambie su decisión y el árbitro le mostró la roja al defensor sabalero.

Sobre el final del primer tiempo, la nota negra para el canalla fue la lesión de Fatu Broun. El arquero fue a buscar fuera del área un pase atrás de Blanco y en la exigencia sintió un fuerte dolor en su rodilla. Tuvo que dejar la cancha para el ingreso de Juan Pablo Romero.

En el segundo tiempo, Central repitió la fórmula. A los cuatro minutos, Damián Martínez metió un centro preciso y Marco Ruben, otra vez de cabeza, metió el tercero y quedó a uno del Torito Waldino Aguirre, como máximo goleador de la historia del club.

De todos modos, Central se equivocó. Ganando 3-0 dejó espacios para una contra de Colón que condujo Bernardi, Ávila cortó, pero el rebote le quedó a Piovi, que la empujó al gol sin oposición.

Y si de errores se trata. Lo de Colón este jueves fue un concierto. A los 23, Piovi quiso salir jugando desde su área y Vecchio leyó lo que iba a hacer. Le robó la pelota, escapó a Burián y metió el cuarto para el canalla.

Como colofón, el Canalla redondeó un gran partido, sorprendió al sabalero, contó con un goleador implacable y le hizo pagar cada error al equipo de Domínguez. El triunfo se tornó más claro desde la expulsión de Meza y el equipo del Kily sigue soñando con la copa.