Si, como dijo su técnico Cristian González, este partido era una "final" para Rosario Central, el equipo auriazul lejos estuvo de mostrarse a la altura de las circunstancias. Porque esta noche, el Canalla jugó su peor partido del incipiente campeonato de la Liga Profesional y cayó sin atenuantes ante Banfield por 4 a 2. Así, la clasificación en la zona 3 quedó más complicada.

Los auriazules empezaron ganando gracias a un tanto de Emiliano Vecchio a los 23 minutos del primer tiempo, tras conectar un centro de Fernando Torrent. En última instancia, Coronel quiso rechazar pero acabó metiéndola dentro del arco del Taladro.


Pero el conjunto de Sanguinetti logró algo clave: empató 3 minutos después, luego de una pérdida de balón de Ferreyra y el desborde del imparable Mauricio Cuero que Fontana empujó de cabeza. Quizás en esa acción se notó la inexperiencia de Miño, que pudo haber cortado el centro que pasó dentro del área chica antes de que llegara a destino. 


A los 43', llegó otro momento clave: la visita logró estirar la diferencia a dos goles y dejar a Central con todas las dudas antes de irse al entretiempo. Bordagaray aprovechó un ingenuo error defensivo de Novaretti (que salió a anticipar pero se quedó corto) tras un saque de arco de Arboleda para marcar el segundo ante la estirada estéril de Miño. 


Ya en el segundo tiempo, a los 14' Fontana desperdició un mano a mano insólito tras una aparatosa caída de Novaretti, que le erró en el rechazo. Pero a los 19', otro error infantil de la defensa canalla dejó a Galoppo increíblemente sólo para estampar el tercero de cabeza tras un córner desde la derecha. Iban 19' y sufrió un mazazo que dejó groggy a los centralistas.


Los de Cristian González adelantaron sus líneas para ir desesperadamente por el descuento y le dejaron tiempo y espacio al "correcaminos" Mauricio Cuero, quien a los 32' tomó la pelota en la mitad de la cancha por izquierda, aceleró y dejó en ridículo a Rinaudo para establecer el 4-1 magistralmente.


El 2-4 llegó casi como una anécdota para bajarle el tono a lo que ya era goleada: Fabián Rinaudo, a los 48', dejó un zapatazo impresionante desde afuera del área para decorar la chapa. Ni la entrada de Infantino ni la de Bonansea pudiern torcer la historia. Tras ese tanto, llegó el pitazo final.


Pero el daño de Banfield ya estaba hecho: Central quedó sumido en la preocupación, más por lo futbolístico que por lo matemático, porque se mostró muy endeble en defensa y sin poder de reacción para rehacerse en la adversidad. Ahora deberá correr de atrás: en la zona Banfield tiene 9 puntos, River 3 (debe jugar con Godoy Cruz) y el Tomba 0.