En los dos encuentros que ha disputado en esta Superliga Rosario Central, el entrenador Diego Cocca repitió formación y esquema táctico, que es muy claro a la hora de analizarlo. Una columna vertebral sólida con Ledesma, junto a Caruzzo-Barbieri en la defensa, en la mitad Rinaudo y Gil de contención y el generador de ideas diferentes es Lovera . Arriba, en la delantera, juega sin nueve, sin el delantero de área tradicional o al menos el que generalmente se ve con altura, con fuerza y básicamente con gol.
En este caso, mas allá de que Claudio Riaño juegue con la el número 9 en su espalda, y que en su paso por los distintos equipos haya convertidos muchos tantos, el esquema táctico que plantea Diego Cocca, con la inclusión del experimentado delantero, es diferente a lo que le tocó vivir en Racing, Boca y el resto de los conjuntos que integró.
Riaño será una de las grandes figuras que tiene este Central con el esquema dispuesto por su conductor. La gente se pone nerviosa desde la tribuna porque el delantero no está siendo efectivo en la zona de la vedad, no tiene demasiados remates al arco y no inquieta a los arqueros. Pero lo cierto es que tampoco le llegan tantas bolas limpias ya que su juego pasa por otro lado. Los que están preocupados son los defensores, los volantes rivales, porque el cordobés tiene un gran despliegue físico y se mueve a lo ancho de la cancha impidiendo la salida cómoda desde la última línea y además baja hasta la mitad del campo para poder meter presión extra y salir de contra con los laterales Molina y Britez, pero esencialmente para que el balón circule por los carrileros Rius y una de las excelentes incorporaciones, Zabala.
Volviendo a Riaño: será el encargado del sacrificio. No es que no convertirá goles, pero los que más cerca de las redes ajenas estarán serán los volantes externos junto a Lovera, porque el dibujo del pizarrón de Cocca está dispuesto así. Claudio Riaño será el del esfuerzo, el que se ensuciará el overol abriendo las defensas, corriendo a los marcadores de sus posiciones, engañando a todos, mientras que Ciro y Diego Zabala llevarán adelante las maniobras para poder definir ellos o hacer correr la pelota para que Lovera o Gil puedan sumarse a lo que es un ataque con mucha gente, sin un nueve tradicional, pero sí con un delantero con otra función.
Riaño será el titular en la mayoría de los encuentros para "cansar" a los que lo marquen y después tendrá el recambio con Ribas o Gamba, que trabajarán mas descansados y con mas aire para lo que quede en cada cotejo. Esto es la teoría, esto es lo que se observó en el inicio del campeonato. No hay casualidades que Rius y Gil frente a Atlético y ahora con Talleres haya convertido Zabala, todos volantes que fueron ayudados por el hombre que tiene que hacer el trabajo menos visible y mas complejo en un equipo de fútbol. Y por supuesto, menos reconocido desde las difíciles tribunas del Gigante de Arroyito. Solo es cuestión de mirar mas relajado lo que hace el equipo, lo que quiere el DT y lo que transpira el delantero que lleva la nueve pero que no juega de nueve tradicional.