Veintidós años después de aquel oxidado 3-1 del Apertura 1997, Rosario Central volvió a plantar bandera en el césped del Monumental. El conjunto de Diego Cocca dio el gran golpe de la fecha 13 al vencer al poderoso Millonario de Marcelo Gallardo por 1 a 0 merced a un planteo inteligente, una buena defensa y la contundencia de Lucas Gamba para marcar el único gol del partido. Y sumó tres puntos de oro para su objetivo primordial: el de seguir en la elite del fútbol argentino.

Gamba acaba de convertir el único gol del partido. Lo festeja en soledad. (Télam)


Cuánto vale esta victoria se sabrá sobre el final de una temporada que tiene a los canallas pugnando por engrosar su promedio. Seguramente mucho, porque el estadio de Núñez no sólo era inexpugnable para los de Arroyito, sino que lo es para la mayoría de los equipos que visitan a un equipo acostumbrado a superar a sus adversarios y sumar de a tres.

Esta vez, fue con un plan de juego perspicaz: a poblar el mediocampo, correr y defender sin perder la concentración, esperando alguna chance de dar el zarpazo de contra. Ya había tenido una en el primer tiempo, pero Riaño (tras robarle la pelota en el medio a Martínez Quarta) llegó cansado a rematar. Pero a los 30 segundos del segundo acto, entre Gil y Gamba presionaron al mismo defensor y el ex Huracán no se equivocó.

El planteo de Cocca tuvo plena eficacia: el ingreso de Emmanuel Ojeda para contener junto a Rinaudo y Gil, más el apoyo de Rius y Gamba por los costados les hizo difícil a los riverplatenses jugar con comodidad. Central estuvo aplicado, decidido a correr hasta el minuto final y no darles concesiones a los peligrosos hombres de ofensiva locales. Y River no tuvo la claridad que le solemos ver en su reducto.

En el primer tiempo, el elenco de Marcelo Gallardo fue el que más propuso, mientras que los canallas lo esperaron parados cerca del área de Ledesma en el afán de recuperar y salir de contra. Los locales generaron algunas ocasiones, como el disparo externo de Pinola que Ledesma mandó al córner a los 3 minutos o el remate apenas desviado de Matías Suárez tras pase filtrado de Palacios que pasó cerca. Pero sus intenciones llegaron siempre hasta la puerta del área.

Riaño ante Martínez Quarta. Tuvo el primero, pero llegó cansado a patear. (Sitio oficial)


El Canalla llegó por primera vez a los 23' a través de un remate de Rius que controló bien Armani; y a los 41' tuvo la más clara: Riaño se la robó en el mediocampo a Martínez Quarta y se fue mano a mano con el arquero, aunque llegó cansado y pateó muy débil a las manos del 1. Así se fueron al descanso.

Pero apenas empezó el segundo período, llegó el mazazo de Gamba. Y River empezó a tener que lidiar con su apuro. El DT puso a Juanfer Quintero, Scocco y Pratto para darle más ferocidad a los avances, pero la solvencia de la última línea centralista se acrecentó. Y si bien hubo algunos sofocones, como un tiro libre de Quintero por arriba y un disparo de Scocco sobre el epílogo que amortiguó un defensor, el éxito de los de Cocca se pudo consumar. 

Acabó siendo una victoria legítima de un equipo que consiguió revertir el mal momento que atravesó hasta el fin de semana pasado. Las nueve fechas sin ganar le pesaban mucho, pero entre el 5-2 al Tomba y este impacto que dio en la casa del campeón de América logró modificar el ánimo y dar un salto en la tabla que más preocupa. A los de Núñez le quedan otros objetivos. El de llegar a la punta de la Superliga se lo tachó Central.