“Cerré los ojos y pateé”. Así sintetizó el pibe Román Bravo el golazo agónico que convirtió este domingo en el Coloso y que sirvió para que Newell's desatara un gran festejo luego de seis fechas sin ganar.
“Fue muy hermoso vivir todo esto en mi debut como jugador profesional. Hacer un gol en el primer partido es lo más lindo”, expresó el oriundo de Rafaela tras el partido, ante la cámara de la transmisión oficial.
“Lo soñé desde que llegué en 2015, estuve seis años en la pensión y hoy me toca adentro, es muy emocionante el sueño de pisar la cancha en primera”, agregó el juvenil promovido por Adrián Taffarel.
Bravo se emocionó con la dedicatoria del cierre: “A mi mujer, a mi hija y a mi hermano que está en el cielo”.