Con timidez, casi sin poder creerlo, Nadia Podoroska caminó por el hall del aeropuerto internacionald de Rosario y se topó con cámaras, micrófonos, saludos, gritos y pedidos de fotos. Un panorama muy distinto al que vivió semanas atrás, cuando partió hacia los Juegos Panamericanos de Lima, solo acompañada por sus padres y algunos amigos. La joven deportista rosarina lucía la medalla de oro en su pecho y todavía no podía reponerse de la emoción que vivió en las últimas horas, desde que derrotó en forma épica a la estadounidense Caroline Dolehide.
Acompañada por Facundo Bagnis, el otro tenista rosarino ganador de medalla en los Panamericanos (de plata en dobles junto a Guido Andreozzi), del integrante del equipo técnico Eduardo Schwank y del “Mago” Coria, Nadia Podorovska posó para las fotos en el aeropuerto y habló con la prensa.
En contacto exclusivo con el programa La primera de la tarde (Radio 2), Nadia confió que “fue un partido muy emocionante, me costó un poco concentrarme, pero al final lo pude cerrar y fue una alegría muy grande”.
“Nunca antes había jugado un Panamericano, así que fui con la idea de disfrutar al experiencia, de relacionarme con otros deportistas; así que las expectativas fueron superadas”, contó.
Podoroska es la tercera tenista argentina en ganar una medalla de oro en Panamericanos. “Ahora tengo que enfocarme en seguir entrenando, en seguir compitiendo con grandes jugadoras; este torneo me sirivió para darme cuenta de que tengo nivel”, describió.
Uno de los momentos más emocionantes para Podoroska fue cuando su entrenadora en el equipo argentino, la ex tenista Mercedes Paz, le mostró un video que le grabó especialmente Gabriela Sabatini: “Realmente fue algo increíble. Me mandó un video y fue algo muy emocionante para mí y habla de los buena persona que es”, aseguró Nadia.
Más allá de la alegría más grande de su corta carrera, la rosarina destacó que “está difícil conseguir espónsors; el tenis es un deporte muy caro, pero por suerte tengo gente que me acompaña”. Y anticipó que se quedará una semana en Rosario antes de seguir compitiendo en el circuito femenino.
“Me acordé de la cantidad de momentos duros que pasé, sufrí muchas lesiones que no me dejaban jugar. Pero nunca pensé en dejar el tenis”, concluyó.