Colón de Santa Fe festeja su primer título en la historia y su emblema, Luis Miguel Rodríguez, lo celebró como buen santafesino, con un liso cervecero. Aunque no la pudo disfrutar del todo porque terminó en el piso. Tal vez porque no era santafesina.
El equipo de Eduardo Domínguez derrotó a Racing por 3 a 0 en la final de la Copa de la Liga y los festejos, a pesar de las restricciones, se iniciaron en la ciudad capital de la provincia.
El Pulga fue el mejor jugador del campeonato y mostró su felicidad por haber quedado en la memoria de todos los sabaleros para siempre: “No sé que le tienen que hacer a este plantel. En 2019 nos tenían que hacer un mural, ahora tienen la chance de hacerlo. No sé dónde, que lo hagan en la entrada de la ciudad, en el puente colgante, dónde quieran”.
Y cerró con una declaración de principios: “116 años para festejar un título, no hay plata que valga, la gloria no se compra. La felicidad que hay en la ciudad de Santa Fe no hay plata que la compre”. Y agregó recordando a su pueblo natal en Tucumán: “Simoca debe estar que arde”.