Newell's se hizo fuerte desde la adversidad, tras quedarse con uno menos por la expulsión de Willer Ditta en el segundo tiempo, y venció 2-0 a Banfield en el Coloso Marcelo Bielsa, por la cuarta fecha de la Liga Profesional de Fútbol. Con los goles de Gustavo Velázquez, de cabeza, y Jherson Mosquera, el equipo de Gabriel Heinze terminó festejando ante su gente y encadenó la segunda victoria en fila como local en este torneo.
Pasó muy poco durante los primeros 45 minutos en el Coloso. Pese a que hubo espacios para jugar porque los dos equipos intentaron proponer en ofensiva, Newell’s y Banfield casi que se olvidaron de los arcos.
Un cabezazo desviado de Juan Sforza y un remate de media distancia de Jorge Recalde que exigió una respuesta del arquero Cambeses fueron las únicas aproximaciones con cierto riesgo que tuvo el equipo de Heinze. Del otro lado, un remate de Chávez que pasó cerca del palo izquierdo de Hoyos. Y no mucho más.
La Lepra le imprimió a su juego algo de la intensidad para presionar y del cuidado de la pelota que pregona el Gringo, pero la realidad es que, más allá de las intenciones, estuvo lejos de hacerse fuerte en el área contraria. Careció de profundidad, peso e ideas para lastimar, aunque contó con espacios para hacerlo porque el Taladro lo dejó jugar.
El equipo de Sanguinetti tampoco lo preocupó demasiado, al margen de un par de contragolpes que encontraron en retroceso a la defensa rojinegra y que podrían haber sido más peligrosos si Hoyos no reaccionaba y cortaba a tiempo con los puños. Pero nada de eso ocurrió y la chapa no se alteró en esa etapa inicial.
Tras al descanso del entretiempo y con la chance de ajustar algunas tuercas para salir a jugar con otro ímpetu, nada cambió en el funcionamiento rojinegro. Newell's siguió igual de impreciso y previsible de tres cuartos en adelante, sin chispa e inconexo.
Y si a estas falencias se le suma que Willer Ditta, ya amonestado, no midió la fuerza y le entró con dureza a un rival, acción que motivó su correcta expulsión a los 10 minutos del complemento, es más sencillo explicar por qué la Lepra no estuvo a la altura de las expectativas, al menos hasta los minutos finales.
La roja le complicó la noche. Heinze se vio obligado a sacar a un delantero y Menéndez le cedió su lugar a Facundo Mansilla para reacomodar el fondo.
Sin embargo, en líneas generales a Newell's no le costó más que antes jugar el partido con diez futbolistas. Si bien se notaba que había más espacios, Banfield no inclinó la cancha ni se llevó por delante al conjunto de Heinze. En ese contexto, la Lepra se agrandó un poco y vio que, si pisaba el acelerador, podía tener alguna chance de quedarse con los tres puntos.
Dicho y hecho, el primer grito de la noche llegó a muy poco del final. Ramiro Sordo le dio una rosca perfecta a la pelota al ejecutar una falta y el paraguayo Velázquez se elevó con la altura justa para conectar de cabeza y mandarla al fondo del arco.
Luego de abrir el marcador, el colombiano Mosquera, en una escapada veloz de contragolpe de un área a otra, debutó en las redes del fútbol argentino y le puso cifras definitivas al triunfo leproso ante Banfield.