El encanto de la visita de Diego Maradona al Coloso Marcelo Bielsa se apagó rápido. Y en la boca de los hinchas de Newell’s quedó el amargo sabor de la goleada que le propinó Gimnasia de La Plata, el elenco que conduce el Diez y que se aprovechó sin piedad de todos los errores que cometió el elenco de Kudelka.

El Lobo le dio un sacudón inesperado a la Lepra, que perdió 4 a 0 por los goles de Santiago Gentiletti en contra (39’ primer tiempo) y de Maximiliano Caire (4' del segundo), Horacio Tijanovich (5') y Matías García (10'), todos en el complemento. Fue sin dudas la peor actuación de los rojinegros en el ciclo del actual DT.

Con este tropiezo, Newell’s no pudo pegar un salto a lo más alto de la tabla de posiciones (estaba a tres de la cima) y aunque se mantiene fuera de todo riesgo en la tabla de promedios, el mens sana le descontó tres puntos y se puso a 13 de diferencia. Los de Diego llegan de la mejor manera al clásico del fin de semana ante Estudiantes.

El Lobo le pegó una paliza inesperada a Newell's. (Alan Monzón / Rosario3)


Newell’s estuvo desconocido y nunca pudo imponer condiciones como hizo en casi todas las presentaciones anteriores en su reducto, que había sido hasta acá una verdadera fortaleza. Sólo generó una ocasión clara de gol en todo el partido (a los 7’, un tiro de Gentiletti que atrapó Arias). Y abajo atravesó un tembladeral: sus zagueros estuvieron inseguros como nunca antes y los platenses no perdonaron.

De todos modos, el trámite había sido parejo hasta que llegó el primer tanto, a los 39’, producto de un remate externo de Contín que desvió Gentiletti en su afán por rechazar. Ese gol sobre el epílogo del primer acto tuvo un efecto demoledor en el local, que salió a toda máquina en el complemento para llegar pronto al empate y le dejó el terreno servido a Gimnasia para la réplica.

Desde los 4 minutos hasta los 10 del segundo acto, se sucedieron todos los yerros ñubelistas juntos: primero, Caire penetró en el área como Pancho por su casa y definió bajo y cruzado; sesenta segundos más tarde, Contín sacó a pasear a Lema, fusiló a Aguerre que dio rebote y Tijanovich corrigió de cabeza para el tercero; y a los 10’, García ejecutó un córner al primer palo y Albertengo le erró a la pelota en el despeje, provocando el gol olímpico. El trabajo defensivo de Newell’s ya era para llorar.

Maxi intenta, pero no podrá. Muy mala noche de Newell's. (Alan Monzón / Rosario3)


Con ese cuarto mazazo, ya no hubo atisbo de reacción alguna. Y a la Lepra sólo le quedó rezar para que Gimnasia se apiadara de su desánimo. Para su suerte, el Lobo tuvo la mira descalibrada y su cosecha se quedó ahí. Suficiente como para sumar tres puntos súper importantes para aferrarse a alguna esperanza de salvación y llegar con ínfulas al clásico del sábado.

En Newell’s, el único deseo es pasar página pronto, sacar conclusiones de todo lo que se hizo mal, enfocarse en el viaje a Córdoba para jugar el domingo con Talleres y dejar que el paso de los días sepulte una presentación bochornosa. Impropia de la reputación que este conjunto supo conseguir.