Newell's rompió este lunes con el sistema binario que regía su campaña en la Superliga y, luego de tres victorias al hilo como local y tres derrotas seguidas como visitante, empató sin goles con Defensa y Justicia en el parque Independencia, bajo una inclemente lluvia. La Lepra lució bien y pudo haber doblegado –y dejado sin invicto– a uno de los mejores equipos del torneo pero chocó contra un ex, Ezequiel Unsain.

Después de dos duras caídas ante Central (Copa Argentina) y Racing (torneo), duró 18 minutos la paciencia de la gente rojinegra, que ante la intrascendencia en el juego del equipo –y la irregular campaña– comenzó a entonar la clásica canción con insulto y el reclamo: “A ver si ponen huevo, que no juegan con nadie...”.

Y el conjunto local reaccionó. Desde allí fue su mejor momento en el primer tiempo. Se apoderó de la pelota y así casi llega al gol, con una buena jugada que Joel Amoroso definió de primera y la pelota dio en el palo. Fue la más destacada de la mitad inicial.

En el complemento, la visita apretó e hizo valer su buen presente para llevar el juego a campo leproso y acercarse a la apertura del marcador con algunas llegadas, pero al rato una recuperación del local transformó a Unsain en uno de los mejores del encuentro, al tapar varios buenos disparos.

 

El campo respondía satisfactoriamente a la abundante agua caída y el espectáculo era atrapante, mientras Newell's se erigía otra vez como protagonista del pleito, ante un rival muy difícil, con un Víctor Figueroa movedizo y un Luis Leal mejorado aunque no del todo preciso.

El tramo final fue electrizante y cualquiera de los dos se lo pudo haber llevado pero el 0-0 se impuso a pesar del partidazo que se vio en el Marcelo Bielsa.