No hay manera. Newell’s volvió a perder, esta vez en su visita a Gimnasia en La Plata por la fecha 22 de la Liga Profesional de Fútbol. La crisis deportiva se agudiza y lleva cinco partidos sin victorias, con cuatro caídas –tres consecutivas– y un empate. Fue 1-0 en el Bosque por el gol de Rodrigo Castillo en el comienzo del primer tiempo.
Cuando la mano viene torcida, hasta el más mínimo detalle puede tirar abajo cualquier plan de juego y eso fue lo que le ocurrió al rojinegro esta tarde en el bosque platense. Los primeros minutos se consumieron sin que pasara demasiado, hasta que el Lobo exprimió al máximo una desconcentración de la visita en un lateral y le asestó el primer golpe.
Fue a los 9, cuando Gimnasia sacó de la banda derecha a la altura del área grande y el Pata Castro, rápido para pensar y ejecutar, habilitó a Pintado con un pase profundo ante un Newell’s pasivo y dormido para defender. El lateral uruguayo tiró el centro al primer palo para un anticipo perfecto de Castillo sobre Salcedo y Hoyos, para poner el 1-0.
Otra vez al conjunto rosarino le marcaron en los minutos iniciales de un partido, como le había ocurrido en los dos compromisos anteriores, frente a Unión (a los 8) y ante Huracán (a los 10). Concesiones que no puede darse el lujo de entregar en este presente tan delicado.
El equipo de Lunari se transformó en un manojo de nervios, el Lobo se adueñó del desarrollo porque le copó el mediocampo con autoridad y así lo tuvo casi media hora contra las cuerdas, merodeando el arco de Hoyos en busca del segundo. Pero no llegó.
Newell’s pudo reaccionar en la recta final de la primera etapa y contó con tres chances muy claras para empatar. Salcedo estrelló un cabezazo en el palo, tras un centro preciso de Banega, García desperdició un mano a mano luego de definir desviado por encima del arquero, luego de un gran pase de Silvetti, y Fernández Cedrés no tuvo puntería en un remate de media distancia al borde de la medialuna.
El conjunto leproso mostró cierta rebeldía y mejoró un poco su producción colectiva en el complemento. Empezó a encontrar a Banega y Miljevic más arriba con posibilidades de asociarse y tratar de generar juego en busca de la igualdad, aunque eso también le significó desprotegerse atrás y darle espacios al Lobo para contragolpear.
Sin embargo, más allá de alguna aproximación con algo de peligro al arco de Ledesma, a la Lepra le faltaron ideas, espíritu y vigor para ir a la carga por ese gol que separaba la derrota del empate. Aparecieron a cuentagotas, demasiado poco como para justificar no irse con las manos vacías nuevamente.
Los dos terminaron con diez jugadores por las expulsiones de Vangioni y Garayalde. Newell’s volvió a Rosario con las manos vacías, sufrió su tercera derrota de manera consecutiva y la caída parece no tener fin. Está penúltimo entre 28 equipos, solo por encima de Barracas Central.