El mundo del fútbol está de luto. Salvatore "Toto" Schillaci, una de las máximas figuras y goleador del Mundial de Italia 1990, falleció a los 59 años a causa de un cáncer de colon.
El fallecimiento del exdelantero fue confirmado por la Federación Italiana (FIGC) y generó un profundo dolor en el ambiente del fútbol que recordó sus "noches mágicas" en la Copa del Mundo, en la que su selección hizo vibrar a su país y terminó siendo eliminada por la Argentina de Diego Maradona, Claudio Caniggia y Sergio Goycochea.
"Totó Schillaci, jugador-símbolo del Mundial-1990 en Italia, ha fallecido este miércoles a los 59 años", indicó la FIGC en un comunicado.
"Hizo soñar a todo un país durante las noches mágicas del Mundial 1990. El Inter de Milán está junto a la familia Schillaci tras la desaparición de Toto", indicó por su parte el vigente campeón italiano, club en el que el delantero jugó entre 1992 y 1994.
El Mundial del 90, su legado
En una selección plagada de delanteros de renombre, "Toto" llegó como un refuerzo de última hora, tan insospechado como resolutivo. Gianluca Vialli, Roberto Baggio, Andrea Carnevale y Roberto Mancini eran su competencia y, como era de esperar, no fue titular en el primer partido de la Copa del Mundo.
Parecía un jugador desahuciado en el torneo, relegado a la fuerza jugar minutos residuales ante la voraz competencia a la que se enfrentaba, pero Vicini le volvió a dar minutos apostando por él como solución en el empate ante Austria. Ahí cambió su vida. En apenas 4 minutos, el tiempo que tardó en rematar un centro lateral para darle la victoria (1-0) en el Estadio Olímpico de Roma.
Se ganó el cariño de la gente cuando en la tercera jornada de la fase de grupos volvió a marcar ante Checoslovaquia (2-0), ya como titular, certificando el primer puesto del grupo. Y la leyenda empezó a nacer con su tercer gol, cosechado ante Uruguay (2-0) en los octavos de final. Italia empezaba a soñar y tenía en Schillaci a un goleador que se lo permitía.
Su gol ante Irlanda (1-0) en cuartos desató la locura. Era el cuarto gol de un delantero con el que nadie contaba. Su titularidad era más que merecida tras haber llegado a semifinales. No falló a su cita con el gol ante la Argentina de Maradona, pero la albiceleste empató e Italia cayó en los penales.
No terminó el camino goleador de "Toto", enchufado hasta último momento. Porque en el partido por el tercer y cuarto puesto ante Inglaterra, decidió el duelo con un penal en el minuto 86.
Formó pareja con el mítico Roberto Baggio, que se despidió de él recordando aquellos momentos: "Adiós querido amigo, también en esta ocasión has querido sorprenderme. Quedarán para siempre en mi corazón las noches mágicas de Italia 90 vividas juntos. Hermanos de Italia para siempre", publicó en Instagram.
Sicilia, Turín, Milán y final en Japón
Dio sus primeros pasos en su Sicilia natal, en el Messina, equipo en el que jugó 256 partidos y marcó 77 goles entre 1982 y 1989, jugando desde la cuarta categoría italiana a la segunda.
Su salto a la Serie A lo dio cuando firmó por la Juventus en 1989. Allí jugó 132 partidos y marcó 36 goles, exhibiendo ese nivel que le hizo recibir la convocatoria para el Mundial.
En 1992 cambió Turín por Milán para vestir la camiseta del Inter, con la que disputó 36 partidos y marcó 12 goles: "Hizo soñar a toda una nación durante las Noches Mágicas de Italia 90. El Inter Milán apoya a la familia Schillaci tras el fallecimiento de Totò".
Durante su etapa en Italia conquistó 1 Copa con la Juve y 2 Copas de la UEFA, una con Inter y otra con la Vecchia Signora.
Terminado su camino en el fútbol de élite, se marchó cuatro años al Júbilo Iwata japonés, donde puso fin a su carrera tras 65 goles en 93 partidos.