El campeón del mundo ya está en Argentina. Cuando el reloj marcaba casi las dos y media de la madrugada, ya en el martes 20 de diciembre de 2022, el avión de Aerolíneas Argentinas que trasladó a los jugadores y a toda la delegación argentina desde Qatar, se asomó al cielo estrellado de Buenos Aires y finalmente tocó suelo nacional. Afuera del aeropuerto, una gran cantidad de gente esperaba a los héroes de la final contra Francia. Los futbolistas descansarán en el predio de la AFA y este martes al mediodía se desatará la gran caravana de festejo hasta el obelisco porteño.
Es un momento histórico para la Argentina, que hasta aquí sucedió una sola vez, cuando el plantel encabezado por Diego Armando Maradona y el técnico Carlos Bilardo retornó con la copa del mundo desde México, en el año 1986, ya que en 1978 el Mundial se llevó a cabo en nuestro país.
Desde muy temprano, una gran cantidad de personas se instaló en los alrededores del aeropuerto internacional de Ezeiza. También se armó un escenario, donde tocó el grupo La Mosca, con su gran hit "Muchachos", que sonó en todas las canchas de Qatar y también en toda la Argentina durante el último mes.
Apenas aterrizó el avión en la pista de Ezeiza, los pilotos abrieron las ventanillas de la cabina y sacaron una enorme bandera albiceleste. Todo era clima de fiesta y celebración histórica.
A las 2.55 de la madrugada, el momento más esperado: se abrió la compuerta principal del avión y surgió la imagen del capitán y mejor jugador del mundo, Lionel Messi, con la copa del mundo en sus manos. Lo escoltaba el técnico Lionel Scaloni y todos los jugadores del equipo campeón del mundo.
Luego se subieron al micro descapotable que los trasladaría al predio de la AFA y comenzaron a saltar y a tocar los redoblantes, siguiendo con el carnaval que se desató desde que Montiel convirtió el último penal en Qatar 2022. Al costado de la autopista, los esperaba una marea de gente deseosa de ver de cerca a los héroes de Qatar, como anticipo de la masiva celebración de este martes al mediodía.
El trayecto de los jugadores desde el aeropuerto hasta el predio de la AFA, que en condiciones normales es muy corto, llevó más de una hora. Es que una verdadera marea de gente se agolpó contra el micro descapotable para ver de cerca a los campeones del mundo, para tomarse una foto o para acercarles un objeto. Todo un anticipo de los que será este martes a pura celebración en el centro de Buenos Aires.