En la previa de la gran final entre Rosario Central y Platense para definir al campeón del futbol argentino, se generaron múltiples incidentes en el ingreso de los hinchas Canallas. Una multitud de personas se agolpó en la zona de acceso, pero las puertas -según cuentan- estaban cerradas, las abrieron tarde y hubo represión policial.
Según las familias canallas que llegaron temprano al estadio, como les habían pedido, sufrieron agresiones físicas, incluso cuando había mujeres y chicos.
El filtro policial se dio a unos 800 metros del estadio, por lo que los simpatizantes canallas pretendían que la organización hubiera sido diferente.
El inicio del conflicto se dio unas tres horas antes del arranque del partido. A pesar de que la organización había sugerido justamente eso, la policía les prohibió el ingreso y se generaron muchos disturbios.
Después de los incidentes y el reclamo de los hinchas auriazules, más de una hora antes del comienzo del encuentro todos los sectores asignados a Central en el estadio Madre de Ciudades ya lucían repletos.